Vigo vive un bum turístico con una afluencia de miles de visitantes atraídos por la notoriedad de la ciudad, su gastronomía y playas, las islas Cíes y grandes eventos como O Marisquiño. Pero en este mes de agosto la vigilancia se complica porque hay que estar atento no solo al casco urbano y sus múltiples problemas de seguridad y tráfico, sino que tienen que estar muy atentos a los montes, por el peligro de incendios, y las playas. El incremento de trabajo no se corresponde con el de efectivos. El Sico cifra en 320 los agentes que están operativos este mes frente a los 370 que actúan en la época no estival. La reducción se debe a las vacaciones de verano. Los agentes tienen 22 días hábiles de descanso, pero las jornadas laborales de los policías locales no son como las de otras profesionales ya que tienen que realizar seis días de trabajo seguidos y luego descansan durante otros cuatro.
Con estas premisas la situación es que en estos momentos los agentes que se fueron e vacaciones en julio no han regresado aún. Lo harán el día 15. Los que se han marchado en agosto tampoco están. Para remediar esta falta de efectivos se han incorporado 28 agentes en prácticas. Pero estos no pueden multar ya que para hacerlo deben ir acompañados de un agente titular.
En estas circunstancias se explica que el nivel de multas siga siendo bajo en estas fechas. «Los policías actúan necesariamente cuando hay problemas de seguridad o de circulación graves, pero debido a la situación no están viendo con tanto detalle otras infracciones menores», señalan fuentes policiales.