Los 30 policías de prácticas tendrán que comprar su chaleco antibalas o pedirlo prestado
VIGO CIUDAD
Los agentes nuevos no disponen de medios de defensa y deben gastarse 600 euros en su protección
17 jul 2019 . Actualizado a las 21:49 h.Los 30 policías en que prestarán servicio en la comisaría de Vigo hasta Junio de 2020 se presentarán mañana. Sin embargo, el Sindicato Unificado de Policía (SUP) de Vigo alertó de que estos nuevos agentes vendrán sin chaleco antibalas.
La llegada de estos agentes que inician su carrera profesional, según el SUP, supondrá un gran refuerzo en la mermada plantilla de Vigo, que continúa con un déficit del 20% de personal. Les permitirá adquirir un gran aprendizaje en esta etapa
Pero el SUP mostró su preocupación por el hecho de que estos agentes en prácticas no dispongan de chaleco antibalas individualizado, debido al parecer, a un problema administrativo de licitación. Esto ha supuesto que esta Promoción de 3.200 policías salgan de prácticas sin este imprescindible elemento de seguridad.
Temen que vayan desprotegidos y reiteran que este tipo de chalecos son de talla única y unisex, siendo válidos para casos puntuales estáticos y por un espacio breve de tiempo siendo inoperativos para realizar un servicio dinámico de patrulla e incluso peligrosos en el caso de tener que salir corriendo o desenfundar el arma.
Al SUP le consta que muchos de estos agentes ,conscientes de esta problemática, están haciendo gestiones particulares para comprar chalecos antibalas y pagarlos de su propio bolsillo por un mínimo de 600 euros.
Asimismo también les consta que veteranos que tenían un chaleco comprado por ellos mismos han decidido cederlo a los policías de prácticas ya que dicho chaleco ya no lo usaban al haber recibido el de dotación que proporciona la Administración y por lo tanto siendo conscientes de la situación de inseguridad que van a vivir los Policías que se incorporan al periodo de prácticas.
El sindicato exige a la administración que dote de manera urgente a la Policía Nacional de medios coercitivos intermedios, como son la pistola eléctrica (taser) y la defensa extensible, para garantizar la seguridad de los policías y asegurar que se use la fuerza mínima imprescindible, elementos de los cuales ya disponen muchas Policías Locales en España.