Transcurrido un año del accidente de O Marisquiño aún hay heridos sin valorar

Carlos Punzón
carlos punzón VIGO / LA VOZ

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La Voz

El juzgado quiere ampliar las declaraciones que los afectados hicieron en sus denuncias

13 jul 2019 . Actualizado a las 21:22 h.

Dieciocho folios con listas de nombres forman la larga relación de heridos que fueron atendidos en centros sanitarios de Vigo, Redondela y Pontevedra en la noche del accidente causado por el desplome del muelle donde se celebraba la clausura del festival urbano O Marisquiño. Las impactantes imágenes captadas por dos cámaras de seguridad que hace unas horas daba a conocer La Voz de Galicia, revelan la magnitud del siniestro, la cantidad de gente que se vio involucrada por el hundimiento del paseo, la que se libró por segundos o escasos metros de caer como el resto y, en definitiva, de la tragedia que pudo haber llegado a ocurrir en Vigo en agosto pasado si la marea no estuviese tan inusualmente baja.

La brigada local de la Policía Judicial de la UDEV recogió entre la noche del siniestro y la mañana siguiente en siete hospitales y dos puntos de atención sanitaria las identidades de 412 heridos, que con el paso de los días aumentarían en 55 más al acudir diversos afectados a que diagnosticaran y tratasen sus dolencias. Muchos de esos 467 afectados siguen a día de hoy sin ser valorados por los forenses judiciales, según atestigua la defensa de varios heridos, quienes aún no han recibido compensación alguna o el reintegro de gastos originados por el cuidado de sus lesiones, asistencia y movilidad.

Entre varios de los personados se destaca la lentitud con la que entienden avanza la causa, que sin embargo y dada su complejidad cuenta con plazo para su instrucción hasta agosto del 2020, cuando se cumplan dos años del suceso. Las compañías de seguros de las instituciones y empresas vinculadas al festival, su autorización y permisos han manifestado su intención de no afrontar ningún pago previo mientras no se dictamine si hubo algún tipo de responsabilidad penal o civil y si esta existió, quién debe de afrontar las indemnizaciones y a cuánto ascendería en cada caso.

La inmensa mayoría de los heridos nacieron en los años noventa y en la primera década de este siglo, como se señala en el sumario del caso, desvelado el mes pasado por este periódico. La juventud del grueso de los afectados jugó a favor de que las dolencias, la mayoría traumatismos, no revistiesen mayores complejidades aún.

Algunos de los heridos están siendo requeridos para ampliar en el juzgado las declaraciones que hicieron ante instancias policiales en el momento de interponer sus denuncia, no ciñéndose así el juzgado que instruye el asunto a la mera ratificación de la versión inicial de cada uno de ellos. En todo caso, falta ya menos de mes para que concluya el plazo legal para la interposición de denuncias. Las presentadas dan cuenta de las circunstancias en las que se vio cada persona inmersa en el suceso, si se desplomaron al vacío o si cayeron sobre otros espectadores o incluso al agua, como mostraron las imágenes de las cámaras de seguridad. Los objetos perdidos o rotos ocupan numerosas páginas en el sumario.

XOAN CARLOS GIL

Una red y una valla tapan el cráter mientras Concello y Puerto eluden responsabilidades

A punto de cumplirse un año del accidente y cuando faltan 25 días para el comienzo de una nueva edición del festival urbano, el cráter que se abrió bajo los pies de los asistentes al concierto del rapero Rels B, sigue como en la noche del 12 de agosto del año pasado, o aún peor, pues con el paso del tiempo aún se caerían diez metros más de paseo. Solo una gran red colocada por la Autoridad Portuaria de Vigo para prevenir el riesgo de cualquier caída y la valla que circunda el muelle desplomado, hace evidente que el paseo fue el escenario de un accidente.

El puerto decidió por su cuenta adecentar el entorno del agujero abierto en el paseo, pero sin que esa medida suponga asumir ni un solo ápice de responsabilidad en el caso. Es más, el presidente de la Autoridad Portuaria, Enrique López Veiga, se reafirma con el paso del tiempo en su convicción de que correspondía al Concello de Vigo mantener en correcto estado el muelle y el paseo, en su parte externa y estructura. Abel Caballero, el alcalde, defiende justo lo contrario. Limita la responsabilidad municipal al mero mantenimiento de limpieza y ornato, pero ya ni siquiera a la integridad de las baldosas de granito del paseo que corre paralelo al de madera que se hundió, al alegar que son los transportes del puerto los que rompen el firme.

Concello y Puerto se abocan así a que sea la Justicia la que dirima su disparidad de criterios respecto a la responsabilidad de la infraestructura y quién debe de pagar las indemnizaciones a los heridos, si así se falla, mientras que los promotores de O Marisquiño y los del SeaFest, un festival gastronómico dedicado al mundo del mar celebrado este mes, decidieron pagar de sus bolsillos el parcheo del suelo para evitar caídas y lesiones.