El toples llega a las playas de Vigo

Begoña Rodríguez Sotelino
begoña r. sotelino VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

CAPOTILLO

El Concello aprobó en 1984 en un pleno por mayoría, permitir a las mujeres prescindir de la parte superior de la vestimenta en arenales del término municipal, y el nudismo en una playa de las islas Cíes

04 jul 2019 . Actualizado a las 10:34 h.

No hace tanto que lo de poner el torso al alcance de los rayos ultravioleta era solo privilegio de varones. Nada nuevo bajo el sol. Solo una diferencia más a su favor. Fuese beneficioso o perjudicial para la salud de la piel, ellos podían mostrarlo y ellas, no. Los hombres sacaban pecho y las mujeres lo ocultaban bajo piezas de tela, por pudor o por obligación. Pero eso en Vigo cambió de forma radical el 3 de julio de 1984. Hace 35 años. Y el epicentro de la minirrevolución del busto femenino liberado en los arenales del municipio se gestó en el Concello. Ya había concejalas (pocas) en la casa consistorial, pero también fue un señor el que propuso dejar en manos de las mujeres el libre albedrío de ponerse o quitarse la parte de arriba del traje de baño. Fue Carlos Núñez, el padre del vigués gaiteiro famoso en el mundo entero, el que lanzó la idea. Y cuajó. «El pleno municipal liberalizó el top-less en las playas de Vigo», titulaba La Voz el 4 de julio.

«Con gran escándalo de una parte de la corporación», según se recogía en aquella crónica, el gobierno municipal, presidido por el alcalde socialista Manuel Soto, aprobaba dar rienda suelta al toples a propuesta del publicista, que entonces era el concejal de Tráfico y del Partido Comunista. De aquel momento, Núñez apunta que el asunto «era un iceberg más que teníamos en nuestra legislación, reminiscencia de la moralidad del viejo franquismo, y el tema del toples era una pequeña muestra, ya no digamos la libertad para manifestar la homosexualidad como existe hoy», apunta. El exconcejal recuerda que ya entonces, el toples «era algo natural estaba permitido en la mayoría de los países democráticos europeos. Pero todavía la legislación de los 80 y 90 arrastraba serios condicionantes de la antigua legislación eclesial». Carlos Núñez tiene la idea de que Soto se alegró de que saliera adelante aquella propuesta, «lo mismo que la mayoría de los concejales de Alianza Popular, que no pusieron repaso alguno sobre el particular», añade.

El pleno de inicios de julio, que tenía que haberse celebrado en junio, iba cargado de puntos a tratar y al filo de la media noche los ediles seguían a ello. Ese mismo día se decidía acotar para el nudismo la playa de los Alemanes en Cíes, a petición del concejal Santomé, del PSOE. En aquel caso, la oposición compuesta por Leri y Alianza Popular, protestó, aunque la ciudadanía aceptó de buen grado la medida.

Al hilo de la noticia, La Voz ahondaba en el tema pulsando más opiniones. El edil Nieto Figueroa (Leri), se despachaba así: «Me da vergüenza y pena que asuntos como este ocupen una hora de toda una corporación que tiene que regir una ciudad que apesta a problemas. Solo de falta de seriedad, responsabilidad y vergüenza se puede calificar el hecho de discutir esto y suspender el Pleno cuando se va a tratar el tema de los impuestos. Lo de ir vestidos o desnudos en la playa se hace ley por costumbre como pasó con el bikini, no hace falta que nadie lo discuta. En Maspalomas la gente anda desnuda en la playa sin necesidad de ningún bando del alcalde. Me gustaría saber si en Moscú dejan a las mujeres andar con los pechos al aire», preguntaba. La diputada y exalcaldesa de Vigo Enma Bermello decía: «Habiendo niños pequeños no sé si estará bien los desnudos en las playas pero a lo mejor los niños pequeños me llaman retrógrada y me dan una lección, ya no se sabe. Quizá al principio se arme revuelo pero en unos días ya nadie mirará para nadie», zanjaba. Y el abogado Juan Manuel López Chaves añadía: «Es un paso más en la sociedad permisiva que vivimos, producto de un estilo consumista y encaminado únicamente al bienestar».

Por otra parte (la de abajo) el 12 de julio, tras varias acciones violentas por ambas partes, el Gobierno Civil también autorizaba el nudismo en la playa de Barra, en Cangas.