«No hay sitio mejor para estar que Cíes. Es una maravilla»

VIGO CIUDAD

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ELLOS VERANEAN EN UNA ISLA. Celestino Pardellas fue para 15 días y se quedó cuatro meses. Así comenzó el idilio de más de 40 años de este pontevedrés con Ons. «Seguirei indo mentres poida», asegura.

29 jun 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Eduardo Alonso no sabría decir cuántos años hace que va a Cíes: «Muchos, muchísimos». Tantos que ha perdido la cuenta. Siempre le ha gustado ir, pero desde que va con su hijo de once años, se ha convertido en un imprescindible: «Es un sitio excelente para estar unos días tranquilo y bien. No encuentro un sitio mejor que Cíes. ¡Qué te voy a decir, tranquilo, agradable, seguro, lo tiene todo! Es una maravilla», comenta este vigués sobre su lugar favorito para ir de vacaciones.

No solo le gusta a él. Su hijo disfruta también del archipiélago más bonito de España: «Es el mejor lugar donde puedo llevarlo. Él está todo el año esperando para ir a Cíes», dice. Lo que más le gusta a este cariñoso padre es que no haya coches, que el peque se sienta libre, que tampoco haya problemas de seguridad. Unas características que le resulta muy difícil encontrar en cualquier otro punto turístico de España y, por supuesto, del extranjero.

Los dos Eduardos acostumbran a ir unos diez días entre julio y agosto. Allí alquilan una de las tiendas del cámping que tiene cama y a vivir: «Yo ya no estoy para darme un barrigazo en el suelo», bromea.

La tranquilidad, un lujo

Los días pasan de lo más tranquilos en Cíes. Porque, a veces, el lujo es eso. Poder descansar y disfrutar del momento sin nada que enturbie las vacaciones: «La tranquilidad es lo más importante. Estar relajado sin el ruido de los coches, sin tráfico que pueda atropellarte, sin broncas...», explica este médico que ya tiene conocidos de años anteriores: «Siempre vamos solos, pero conocemos a gente de otros años. Y a veces coincidimos», reconoce.

Para él, el cambio que ha experimentado la isla en los últimos años ha ido a mejor: «Ahora está mucho más cuidada, y cada vez más. Hace veinte años era un gallinero», reconoce.

Un día normal en Cíes comienza como en cualquier sitio: «Primero a la ducha, luego a desayunar a la cafetería y después a descansar y a estar tranquilos. ¿Qué vas a hacer? Nada. Leer el periódico y aprenderte todos los periódicos de memoria. Ir a la playa y caminar. ¿Qué vas a hacer allí?», comenta con una normalidad que seguro a más de uno le da mucha envidia.

Nunca falla

No es el único destino de las vacaciones, pero Cíes es el fijo. «Siempre voy», asegura este vecino de Vigo que disfruta subiendo al faro. Quizás es su lugar favorito de toda la isla: «Pero es complicado subir, cada año peor. Estoy hecho un chaval, pero la mecánica se resiente», bromea.

Para aquellos que todavía no conocen Cíes, Eduardo recomienda no ir a pasar solo un día: «Creo que es la peor opción porque te machacas de arriba para abajo y, al final, te cansas. Lo bueno es estar allí residiendo, que es como mejor se está». También otro de los grandes placeres que disfruta cada verano es «estar sin zapatos, todo el día descalzos». «Es genial», reconoce este vigués que ya está deseando ponerse el bañador, una camiseta y disfrutar de Cíes en compañía de su hijo. ¿Hay otro plan mejor? Sinceramente, creo que no.