Ingresa en la cárcel el marroquí acusado de importar toneladas de coca por Galicia

Javier Romero Doniz
JAVIER ROMERO VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Uno de los alijos de cocaína atribuidos a Hicham Oussassi.
Uno de los alijos de cocaína atribuidos a Hicham Oussassi. Joaquín Hernández (Kiki)

También se investiga si descargó un cargamento de hachís en las Rías Baixas

25 jun 2019 . Actualizado a las 07:35 h.

Información facilitada por el servicio de inteligencia francés puso en el punto de mira a Hicham Oussassi. Ocurrió en las últimas semanas del 2017. Fue interceptado en una reunión llamada a organizar un alijo de coca. A medida que la investigación avanzaba se evidenció que los movimientos del investigado confirmarían todas las sospechas. Incluso más de las esperadas. Y es que Hicham Oussassi sería un tiburón del tráfico de cocaína y hachís entre África, Sudamérica y Europa. Partiendo de Marruecos, su país natal, y trabajando para una gran organización con ramificaciones en todo el norte de África, él sería su hombre en España y el viejo continente. Al menos hasta el viernes, cuando fue detenido, en el marco de una investigación del Grupo de Respuesta contra el Crimen Organizado (Greco) en Galicia, en su ciudad de residencia, Málaga, acusado de importar casi tres toneladas de coca valiéndose de una organización gallega afincada en O Morrazo, concretamente en Bueu.

Ayer, por orden del Juzgado de Instrucción número 4 de Vigo, ingresaron en prisión tres de los detenidos. Hicham Oussasi durmió en el penal de Alhaurín de la Torre, mientras que el único gallego arrestado, Salvador Dios, hizo lo propio en la cárcel de A Lama. Están acusados, junto a otras personas, de importar dos alijos de coca que fueron interceptados en el Atlántico. El primero (1.300 kilos) ocurrió en julio del 2018. El segundo (1.500), el mes pasado. Las investigaciones de ambas, hermanadas en muchos nombres, números de teléfono, ubicaciones y mensajería, evidenciarían que Hicham se manejaba, como pez en el agua, en la Costa del Sol, también en el Campo de Gibraltar, en varias ciudades de su país natal. Más allá de los Pirineos se detectan ramificaciones de su organización en Francia y Bélgica, el país que más coca recibe cada año, junto a España, de Europa. De ahí el especial interés que tenían Europol en cazar a Oussassi.

Matrículas

Él mismo se desplazaba a Galicia. Preferentemente a Vigo, donde mantenía reuniones, se hospedaba, llegaba a O Porriño, Sanxenxo u otras localidades. Todo con grandes medidas de seguridad. Entre las comunicaciones interceptadas brilla con luz propia un mensaje que envía a otra persona con unos números, a modo de consulta sobre premios de lotería. Dichas cifras, realmente, eran matrículas de tres vehículos de paisano utilizados por el Greco. El uso de documentación falsa es otra demostración de fuerza de esta organización, ya sea para moverse por Europa o para hospedarse en un céntrico hotel de Vigo.

A mayores, frases que dejan en evidenciarían las intenciones de sus remitentes: «Amigo, voy a océano con gabacho, para cuando la cena los números de comensales. Prepara todo 2 días te digo»; «Amigo aborta la misión porque el patrón del barco se ha echado atrás por el mal tiempo».