«Si no le daba dinero se ponía a gritar y me pegó; me duele pero este crío no puede estar por la calle», dijo la víctima en un juicio
20 jun 2019 . Actualizado a las 11:24 h.Los juzgados de lo penal de Vigo examinaron ayer dos casos de palizas a ancianos. En uno, un hijo estaba acusado de golpear a su padre de 82 años. En otro, una abuela denunciaba a su nieto por maltratos de palabra y palizas.
El juicio de la abuela se celebró en la sala de lo penal número 3 de Vigo. La víctima, una octogenaria que entró en silla de ruedas en la sala, relató que su nieto, un joven con trastornos intelectuales, recibía un subsidio de 400 euros al mes y que ella le guardaba y administraba para que no se lo gastase todo. Ella y su marido enfermo del corazón acogieron al joven en su casa para que no durmiese en la calle pero pronto empezaron los conflictos. «Venía medio tocado (drogado) por la noche, se acostaba bien pero a la mañana siguiente se levantaba agresivo y lo rompía todo», contó la abuela. Añadió que su nieto le exigía constantemente billetes. «Si no le daba dinero, se ponía a gritar y una vez me atacó de espaldas y me golpeó», cuenta. Ese día, su marido estaba hospitalizado y fue la madre del acusado la que llamó a la policía para que lo arrestasen.
«Tenía miedo. Es mi nieto y me duele pero este crío no puede estar por la calle porque es un peligro. Es mi sangre pero yo no podía con él, no quería hacerle daño y nunca llamaba a la policía», dijo la allegada, quien rogó a la jueza que dicte una orden de alejamiento. La madre del joven reveló que él «me pegaba y yo iba a quitarle las denuncias».