El síndrome del niño tirano: procesados 95 menores de la provincia por violencia en casa

e. v. pita VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

RAMON LEIRO

Las Rías Baixas acogen la mayor cifra de Galicia de menores investigados por la Fiscalía por maltratar a sus padres o abuelos

16 jun 2019 . Actualizado a las 19:47 h.

Esta semana una viguesa de 17 años fue reducida por la Policía Local tras destrozar la decoración de su casa furiosa porque su padre tardaba en tener su cena lista mientras ella descansaba en el sofá. La adolescente acabó montada en una ambulancia, vigilada por un policía, y de camino al psiquiátrico. El día antes le dejó un ojo morado al progenitor. No es un caso aislado de niño tirano. Cada año, la Fiscalía en la provincia abre casi cien investigaciones a menores que cometen delitos de violencia doméstica. El maltrato en el hogar es la infracción más común perpetrada por los adolescentes, solo detrás de las lesiones y pequeños robos. El 8 % de los delincuentes juveniles maltrata a su familia.

El síndrome del pequeño Napoleón o del emperador describe a menores que dominan a sus padres y se tornan agresivos cuando estos se rebelan y les deniegan sus caprichos. Educados entre algodones y mimos, los más pequeños de la familia se creen que el mundo gira a su alrededor y degeneran en tiranos. Mientras son consentidos todo va bien. Con diez años aún pueden ser corregidos a base de disciplina pero, ya de crecidos, la situación en el hogar se vuelve incontrolable. Los padres no pueden lidiar con adolescentes agresivos que les pegan al mínimo reproche. Las bofetadas se callan por vergüenza, se intenta que el menor acuda a programas de reeducación y, en los casos más graves, la familia pide ayuda a la Fiscalía.

El detonante puede ser por cualquier nimiedad. Las quejas son de lo más variadas: le parece poca la paga semanal y quiere más dinero, recibe broncas por llegar tarde a casa, está frustrado por suspender los estudios, no le compran un smartphone de última generación, falta su comida favorita en la nevera o le requisan el móvil. Cualquier motivo puede ser la espoleta que hagan explotar al joven y convierta su hogar en un infierno con palizas e insultos a sus allegados a diario.

Casi un centenar de estos conflictos afloran cada año en Vigo y las Rías Baixas y acaban en los tribunales. Pero son la punta del iceberg, ya que muchas familias los ocultan.

Los más conflictivos de Galicia

En total, la Fiscalía procesó en el 2018 a 95 menores de Vigo y el resto de la provincia por delitos de violencia doméstica. Se trata de jóvenes conflictivos que agredieron a sus padres, hermanos o abuelos por motivos nimios. No se trata solo de gritos o riñas, sino de auténticas palizas. Aunque muchas familias ocultan los moratones y callan por vergüenza, otras piden ayuda policial por miedo a su hijo porque ven que la situación se descontrola y va a peor. El número de incidentes que se registra en las Rías Baixas al año es similar al de las provincias de Vizcaya, Almería o Córdoba.

En Galicia, la provincia de Pontevedra encabeza la mayor conflictividad de adolescentes en el hogar, según las cifras que maneja la memoria del 2018 de la Fiscalía General del Estado. En la provincia de A Coruña se registraron 85 casos en el último año, en Lugo se contabilizaron 30 y en Ourense, 24. Hubo 238 adolescentes denunciados en Galicia, casi la mitad de Pontevedra.

En cambio, respecto a la violencia sobre sus parejas, la Fiscalía solo constató siete casos en Pontevedra frente a los 30 de A Coruña. Eso evidencia que la conflictividad generada por los menores en Vigo y las Rías Baixas se centra en su familia más que en ámbito de la pareja.

En la provincia, el maltrato doméstico ya se ha convertido en el tercer mayor delito entre adolescentes. La cifra oscila entre los 90 y 95 casos anuales desde la última década. En el 2012, fueron investigados 92 adolescentes por maltrato a sus allegado. En el 2016, bajó a 89 pero se convirtió en el principal delito cometido por los pontevedreses. En el 2018, llegó un repunte, con 95.