El sistema de abastecimiento está muy próximo a la factoría de salazón del siglo I localizada hace años en el mismo solar
04 jun 2019 . Actualizado a las 09:29 h.Los trabajos arqueológicos que se están realizando en el solar correspondiente al número 39 de la calle del Marqués de Valladares han vuelto a dar nuevas noticias que enriquecen el conocimiento del pasado de Vigo. Los miembros de este equipo científico, pertenecientes a la empresa Anta de Moura, localizaron una mina de agua de época romana. La canalización subterránea de captación de agua parte de dos puntos distintos del mencionado solar para converger en una arqueta de decantación. Este sistema continúa después de esa arqueta hacia el solar colindante, que se corresponde con el edificio donde se situaba el Garaje Roma, con entrada por la plaza de Compostela. El estado de conservación de la red es bastante bueno.
Aunque ya hace unos años se tuvo conocimiento de esta infraestructura, no ha sido hasta ahora cuando se afrontó su estudio de una manera más amplia y detallada. Hace más de quince años, cuando se excavó por primera vez este solar aparecieron, entre otras muchas cosas, una factoría de salazón del siglo I en muy buen estado de conservación. Muy cerca de ella también se descubrieron dos pozos que surtían de agua dulce a la factoría. Esos pozos, que son muy poco frecuentes, fueron desmontados y se encuentran almacenados en el Museo Municipal Quiñones de León.
Ahora, los arqueólogos tratan de saber si existe una conexión entre esta mina de agua y los pozos, que podrían formar parte de una gran sistema de abastecimiento de agua a la fábrica de salazón.
La mina está alejada del lugar donde se encontraron los pozos en este mismo solar, y se cree que continuaría hacia la vivienda colindante que tiene acceso desde la plaza de Compostela. Para poder estudiar mejor este sistema de abastecimiento de agua, los arqueólogos tuvieron que desmontar otras estructuras pétreas de época romana, que se encontraban en un mal estado de conservación.
Primera fábrica de Vigo
El solar y su contiguo no han dejado de aportar nuevos datos al conocimiento de la presencia romana en el lugar. El terreno ha mostrado en distintos niveles de ocupación estructuras de diferente tipo. A esta canalización se le suma la factoría, los pozos y varias tumbas de siglos posteriores al momento industrial. Los pozos, en buen estado de conservación, fueron desmontados en su día y depositados en las instalaciones del museo municipal de Castrelos.
La reactivación de la actividad constructora en Vigo ha permitido en los últimos tiempos que volvieran los trabajos arqueológicos, algo de lo que se beneficia el conocimiento histórico de la ciudad.
El grupo inmobiliario Avantespacio adquirió hace un par de años los solares correspondientes a los números 39 y 41, y el edificio del número 43 de la calle del Marqués de Valladares. Este espacio céntrico de la ciudad de Vigo está incluido en el área de protección arqueológica tras detectarse hace casi veinte años restos de época romana. El principal elemento del conjunto es una factoría de salazón del siglo I en tal buen estado de conservación que la Consellería de Cultura ordenó su conservación y musealización.
Tras la quiebra de la empresa propietaria del solar cuando se detectaron los restos, el lugar pasó al BBVA, que recientemente lo vendió al mencionado grupo inmobiliario. Esta empresa se vio obligada a realizar trabajos arqueológicos en sus nuevas propiedades, al tiempo que se mantiene la orden de conservar y musealizar en un futuro la factoría.
A finales del año 2007, la Xunta de Galicia llegó a comprometer un millón de euros para la musealización de la factoría a través de un convenio firmado con el Concello de Vigo. La falta de acuerdo con los entonces propietarios del solar impidió que se pudiera llevar a cabo este proyecto.
La factoría tiene una grandes dimensiones y se cree que continuaba en el solar correspondiente al edificio del garaje Roma, ya con acceso por la plaza de Compostela. El acceso es otro de los problemas que impide la realización del proyecto de puesta en valor de los restos.
Debido a las dimensiones de las piletas de la factoría, los expertos opinan que este centro debió operar de cara a la exportación del pescado en salazón.