Los dueños de edificios históricos de Elduayen temen el impacto del túnel

Luis Carlos Llera Llorente
luis carlos llera VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Oscar Vázquez

Un centenar de residentes del Casco Vello analizan el proyecto que abrirá su calle

29 may 2019 . Actualizado a las 16:01 h.

Un centenar de residente y dueños de edificios de Elduayen expresaron su preocupación por las obras del túnel bajo la Porta do Sol en una asamblea que se celebró en el centro cívico del Casco Vello. Las salidas se situarán en esta calle con inmuebles centenarios en los que habitan más de 200 personas y acogen en sus bajos a numerosos comercios.

La obra fue aprobada por el gobierno local justo antes de las elecciones y tiene un presupuesto de casi 17 millones de euros, que se ejecutarán en tres años. El Concello ha pedido fondos europeos del 2019 porque incluye este proyecto en el Vigo vertical.

El miembro de la directiva de la asociación de vecinos Fiz Axeito, señaló que «moitos edificiios da zona non teñen unha boa cimentación porque son antigos» por lo que los propietarios temen que se produzcan grietas y daños.

La consultora que estudió el proyecto puso de relieve que cualquier actuación de reserva del espacio público genera un efecto inmediato en el tráfico. Este efecto es contrapuesto porque, si bien en la parte soterrada se produce una liberación evidente del tráfico, en el viario adyacente a las bocas de acceso se produce una atracción del flujo que genera la canalización soterrada.

La mala ubicación de las bocas de entrada y salida puede resultar muy perniciosa para el conjunto urbano «existiendo ejemplos claros al respecto (por ejemplo el túnel de acceso al puente de Don Luis en Oporto)», señalaron los expertos consultados por el Ayuntamiento.

En la construcción del túnel existen condicionantes importantes en cuanto al gálibo, que influye sobre la longitud de las rampas de acceso. Se debe garantizar un gálibo mínimo de 3,30 metros, y recomendado de 3,60 metros con objeto de que puedan discurrir vehículos de transporte público urbano. Es decir si el túnel no es suficientemente profundo no podrán pasar los autobuses de Vitrasa. Se establecen además rampas de acceso del 10% al 12%, de pendiente, lo que complica también la entrada y salida en Elduayen, que antaño fue la principal arteria viaria de Vigo.

Una obra con muchos servicios afectados y restos arqueológicos

La obra que se va a hacer resulta muy compleja y gravosa, según los vecinos y comerciantes, durante al menos dos años. Si se ejecuta el túnel por vaciado desde superficie, protegido por pantallas o pilotes, se deben desviar todas las redes de servicios urbanos existentes. En Elduayen existen múltiples redes de servicio: abastecimiento, residuales, pluviales, gas, energía en media y baja, y telecomunicaciones.

El proyecto también tiene condicionantes históricos y arqueológicos. Se sitúa dentro del Plan Especial del Casco Vello y en el comienzo de paseo de Alfonso se localiza la cimentación de las antiguas murallas. En el extremo opuesto, en el contacto con Policarpo Sanz, existen los antiguos vestigios en la alineación de las murallas sobre la rúa Carral.

Desde la asociación de vecinos del Casco Vello se va a solicitar información para que los técnicos expliquen con detalles todos los pormenores de las actuaciones. Al vecindario le sorprende que este proyecto de soterramiento del tráfico aprovechando el párking de la Porta do Sol existente se haya aprobado en el último día de la campaña electoral sin apenas información pública a los ciudadanos. Los afectados van a tener que contratar peritos para que evalúen sus casas antes de la obra.

Ahora el proyecto tiene que ser licitado para poder comenzar la sobras y acabarlas en tres años. En este ejercicio 2019 está previsto pagar un tercio.