El tranvía

Eduardo Rolland
Eduardo Rolland LA BUJÍA

VIGO CIUDAD

24 may 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Ha vuelto a Vigo el tranvía. Luce espectacular en As Travesas aunque ya no va a ninguna parte. Pero, convertido en pieza de museo, este vagón traído desde Zaragoza nos permite viajar al pasado. Porque llevamos ya medio siglo sin tranvía, pero todavía son miles los vigueses que lo echan de menos. Y no solo porque los devuelve a su infancia. También, porque sus cifras eran buenas, incluso mejores que las del transporte público en la actualidad. El tranvía dejó de circular en Vigo el 31 de diciembre de 1968, en pleno éxito. En 1940, ya transportaba 18 millones de viajeros al año. Y, cuando fue retirado, por orden del alcalde Portanet, llevaba más de 40 millones de pasajeros anuales. Es un dato espectacular, porque Vigo tenía entonces cien mil habitantes menos que en la actualidad: 198.815 frente a los 297.355 de hoy. Y el número de viajes era el doble de los que hoy hacen todos los autobuses y líneas de Vitrasa, que son menos de la mitad: no llegan a 20 millones anuales.

Es evidente que el parque móvil de entonces era mucho más limitado. Pero el tranvía no ofrecía un mal servicio: de hecho cubría el área metropolitana, alcanzando Baiona, por ejemplo. Los primeros convoyes echaron a andar en 1914, con una primera línea de 23 kilómetros. Más tarde, los vigueses fueron conociendo los Odessa, de los que se decía que habían sido construidos para esta ciudad del Mar Negro. En 1960, llegarían los «sevillanos», de la marca Winterthur. Y pocos olvidan el clásico Siboney. Toda esa nostalgia regresa ahora en As Travesas, donde podemos subirnos al tranvía y soñar que vuelve a llevarnos.