«Vamos a hacer un nuevo vial directo al hospital desde la avenida de Madrid»

Xoán Carlos Gil

Lunes por la tarde. Entrada del Ayuntamiento. Unas señoras jubiladas juegan a las cartas en una mesa y, cuando le ven pasar, no se resisten a saludarlo, a sonreírle, a animarlo... Para ellas y para ciudadanos que van sacando sus móviles nada más verlo mientras el fotógrafo de La Voz hace su trabajo, Abel Caballero (Ponteareas, 1946) es el alcalde top. Luego empieza la entrevista y el candidato a la reelección por el PSOE se pone serio y no para da repetir el nombre del presidente de la Xunta por su «maltrato» a Vigo.

-Da la impresión de que a quien se enfrenta en estas elecciones es a Feijoo...

-No, es él quien se enfrenta a la ciudad. Yo, por ejemplo, estoy encantado de que haga la Ciudad de la Justicia. Es una gran obra y además la presentaron tratando de cogerme a contrapié, esperando a que me opusiese. Pero, por mí, fantástico. Lo que sucede es que Feijoo entiende esta ciudad como subsidiaria a sus decisiones y dependiente de sus decisiones, y no reconoce los derechos de Vigo. Cree que está por encima de esta ciudad, y no lo está. Yo le puedo dar un listado de todas las cosas que dejó de hacer y algunas estaban en marcha: el centro de salud de Bouzas, que hace diez años que le dimos el suelo; aparcamientos gratuitos en el hospital, que es de sentido común porque está a seis kilómetros. Medio millón de euros en un aparcamiento y va, y lo escatima. Pues voy a hacer un aparcamiento más.

-¿Le pone fecha?

-Sí, inmediatamente. Porque si Feijoo no me cede el suelo en un sitio bueno, lo haré igual, aunque sea un poquito más lejos.

-Si el PP baja, ¿será como castigo a la Xunta?

-Una parte del resultado electoral es decirle a Feijoo que maltrató a Vigo, sin ninguna duda. Que en estos momentos hay una huelga en atención primaria, por profesionales fuera de la política, es un reflejo de lo que sucede.

-Hay quien dice que no es casualidad que se monte ahora...

-¡Pero si es gente absolutamente alejada de la política! Muchos de ellos no le quieren mal al PP, pero ven que sus pacientes tienen una atención deficiente. Yo les doy un enorme mérito, por eso los hice Vigueses Distinguidos.

-Con el apoyo que le ha dado la encuesta de Sondaxe y otras, ¿no teme una desmovilización?

-No, creo que los ciudadanos van a ir a votar, pero yo les digo que las encuestas no son votos. Yo les pido que vayan a votar y que voten por Vigo, no por otras cuestiones.

-¿Y qué le dice a quienes piensan que no es bueno que una persona acumule tanto poder?

-Que es muy bueno. Porque toda España está viendo el proceso de Vigo. Es un fenómeno sociológico de la mayor envergadura porque una ciudad entera está junta. Vigo, que tiene una historia de división, de alcaldes pasajeros, de repente está haciendo un proyecto que siente que es de todos. Y la fuerza que tenemos para llevarlo adelante es el voto. Cuantos más votos tengamos, más apoyo tendremos de Madrid y de Bruselas. Porque yo voy a coger el resultado y se lo voy a llevar a la Comisión Europea, para que me digan una sola ciudad con un proyecto prácticamente unánime. Así que el voto es este, para hablar de Vigo. Yo sé que a mí me vota mucha gente que vota PP en otras elecciones, o Podemos, Ciudadanos, pero ¿por qué confluyen? Porque el proyecto es nuestro y la ciudad lo entendió así. Cuando más apoyos tengamos para este proyecto, más fuertes seremos.

-La pasada semana anunció 450 humanizaciones. ¿Cuántas van a ser en las parroquias?

-Unas 350. Ya está siendo la hora del rural, lo que pasa es que en el rural hay muchas calles. Acabamos de hacer 45 y nadie habla de eso.

-Vigo necesita un Plan Xeral.

-El 40 % ya está aprobado, que es la ordenación provisional. Son 50.000 parcelas edificables. Adicionalmente hay que hacer suelo industrial, y el único que se opone es Feijoo. Lo que falta es alguna ordenación viaria. Ahí vamos a meter un nuevo acceso al hospital. Va a haber un nuevo vial al hospital desde la zona de la avenida de Madrid para ir directamente sin tener que pasar por Castrelos. El trazado exacto lo estamos viendo con los técnicos.

-¿Lo hace por el embotellamiento de Castrelos?

-El hospital en ese sitio fue un inmenso error. Tenía que haberse hecho donde estaba, en el centro, ampliando la edificabilidad. Si llego a estar yo de alcalde no lo hubiera dejado. Ahora tenemos que buscar fórmulas para no pasar por el cuello de botella de Castrelos, que tiene un nivel de contaminación acústica insoportable, y saturación de tráfico por momentos. Hay que aliviar eso.

-¿No debe ponerse un plazo al AVE de Vigo con el nuevo Gobierno?

-Hay que ponerle que empiece ya, que es lo que está pasando. Ahora hay que hacer un estudio que antes no había que hacer, el hidrogeológico. Desde el túnel de Pajares hay que hacer ese estudio porque desviaron cuencas de ríos de León para Asturias, y ese estudio tarda tres años y hay que hacerlo. Sucede que cuando lo tenían que arrancar en el año 2015, la señora Pastor, diputada por esta provincia, lo metió en un cajón y de ahí no salió hasta que llegó el Gobierno de Pedro Sánchez. Ahora sí, ya se licitó, ya salió en el BOE. ¿Qué hay que hacer ahora? No parar nunca. Tendremos el AVE en Vigo siendo yo alcalde.

-Pero eso no es decir mucho si luego va diciendo que no le sacan de la alcaldía en veinte años ni con lanzallamas...

-Los plazos hay que cumplirlos. Si alguien dice ‘vamos a hacer el AVE en dos años’, eso es una bobada. Solo el estudio son tres años, después viene el año de la licitación y del proyecto, y después vienen las obras. Yo quiero que sea en el mínimo tiempo posible y eso es lo que Pedro me garantiza.

-¿Cuándo acabará Balaídos?

-La grada de marcador la vamos a empezar en otoño y durará un año y poco. Inmediatamente empezaremos gol y el aparcamiento; otro año y medio. En el siguiente mandato lo inauguro.

-Hace cuatro años, en una entrevista en La Voz, pidió un nuevo estatus para Vigo. ¿Lo sigue reclamando?

-Tenemos un reconocimiento. Es una ciudad reconocida en Galicia por su importancia, probablemente la primera vez que sucede. Todo el mundo nos reconoce como la ciudad líder, la ciudad de referencia incluso para venir y hacer turismo, porque la nueva dinámica es de esas características. Pero no tenemos el estatus administrativo porque Feijoo, por temor político, rompió el Área Metropolitana. Le tuvo pánico.

-¿Y está convencido de que habrá Área Metropolitana tras los resultados de este domingo?

-Sí, la tendremos. No sé cuándo, pero la vamos a tener. Es un fenómeno imparable. Cuando se hizo la autonomía, Vigo dejó pasar la oportunidad. Y seguramente Galicia, por su propio contexto, requería una distribución distinta. Si hubiera sido ahora, yo lo hubiera reclamado y seguiríamos siendo una autonomía consistente, sólida e importante.

-Si repite la mayoría absoluta, ¿ve posible iniciar una nueva etapa en las relaciones con Feijoo?

-Feijoo hace tiempo que dejó de entender la realidad territorial de Galicia. Que haya reventado el Área Metropolitana muestra una sensibilidad nula, porque era algo muy importante para una parte muy importante de Galicia. Feijoo lo quiere controlar todo, quiso controlar esta ciudad y no lo consiguió. Bueno, habrá Área Metropolitana. Es difícil decir cuándo porque depende de la Xunta y Feijoo tiene mayoría, pero la respuesta la está teniendo y la va a tener.

-Pero, ¿lo deseable no es que haya un entendimiento?

-No, lo deseable es que haya un Área Metropolitana como quiere Vigo y quieren los municipios. Es un derecho, no es una concesión que otorga Feijoo, y él nos lo niega.

-Usted calificó de desastrosos los gobiernos de las mareas. ¿Confía en tener más compañeros socialistas de alcaldes en las ciudades gallegas el domingo?

-Pinta que no fueron gobiernos extraordinarios, ¿verdad? Vaticiné lo que iba a pasar. En Galicia, desde el 2015, excepto Lugo que anduvo un poquito y Pontevedra, el resto de ciudades están paradas. En Vigo hay estabilidad política y viene todo el mundo a invertir. Damos garantías, somos gente seria. Yo soy interlocutor de Citroën. Hay que dar facilidades. Por eso voy a dedicar una concejalía muy potente a la economía y al diálogo con las empresas.

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