Treinta chabolistas de Navia desafían a empresas que ofrecen 250 empleos

e. v. pita VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

XOAN CARLOS GIL

Ocho familias gitanas, en el banquillo por seguir en un solar industrial que ha sido vendido

23 may 2019 . Actualizado a las 23:48 h.

Una treintena de chabolistas del polígono de O Caramuxo, en Navia, mantienen un pulso legal con cinco multinacionales que quieren construir una mediana superficie comercial en las parcelas que ellos ocupan desde hace tres décadas. En total son ocho familias de etnia gitana, con algunos jóvenes que nacieron allí. Alegan que esa tierra es de ellos porque tenían permiso de la dueña para acampar. Una intermediaria asturiana es la nueva propietaria del solar y necesita desalojar a las familias para aprovechar el suelo y levantar un parque de servicios, ocio deportivo y zona industrial (talleres, mecánica) que, según calculan, generará 250 empleos en Vigo. El proyecto es promovido por cinco operadoras multinacionales. En su día visitaron los terrenos urbanísticos y se toparon con el asentamiento de chabolistas. Asegura que, en su día, intentaron acuerdos para que los pobladores se marchasen pero, al no tener éxito, demandaron a las ocho familias por ocupación en precario y pidieron a la jueza que los desaloje.

PITA

La primera sesión del juicio por ocupación en precario se celebró ayer en el juzgado de Primera Instancia número 13 de Vigo. La jueza interrogó a tres testigos, entre ellos dos altos cargos de la Sociedad Gitana Española, quienes ratificaron que el poblado lleva allí 30 años, las chabolas están numeradas y los residentes están empadronados en esa dirección.

Los abogados de las ocho familias alegan que pasados 30 años de ocupación ininterrumpida, la ley considera que tienen derecho a residir en esos terrenos y que las empresas que compraron ese suelo de Navia solo poseen una parte del poblado.

En el juicio, declaró como testigo el presidente de la Sociedad Gitana Española, Sinaí Jiménez, quien dijo que «me acuerdo que iba al poblado de niño, cuando tenía 4 años, con mi padre a tomar café con las ancianas más mayores. Un día vino la propietaria y dijo que les regalaba sus tierras porque prefería que las cogiesen los gitanos que sus hermanos».

La vista continuará el 14 de junio porque falta por localizar a la dueña de los terrenos.

Silvia Fuentes

Un ocupante: «Nos querían dar 5.000 euros por echarnos a la calle; es poco, tengo cuatro hijos»

Uno de los testigos, de 20 años, contó en el juicio por desahucio que su abuela Mari Cruz lleva 35 años en el poblado. Viven en casas de madera en una parcela del Polígono del Caramuxo. Empezó con cuatro viviendas y, a partir de ellas, se construyeron nuevas casas para los hijos ya que no encontraban nadie que les alquilase pisos en Vigo. Dice que las autoridades nunca les pidieron marcharse de allí y que contaban con acometida de agua y luz. «Yo nací allí, mi padre vive en la chabola número 5 y yo me crie con mi abuela», relató.

Una de las claves legales es que deben pasar 30 años seguidos sin que nadie reclame su expulsión. Por eso, las defensas preguntaron a los testigos si alguna vez vieron a la policía en el lugar. «Sí, pero por robos», no por desalojo. Otro testigo dijo que los asentados tenían permiso de una señora. «Recuerdo estas casas de toda la vida», declaró otro.

A la salida del juicio, otro chabolista explicó el drama familiar que supondría abandonar sus infraviviendas y que rechazaron la negociación con las empresas que se quieren instalar allí: «Nos ofrecieron 5.000 euros pero es poco, con los hijos que tenemos eso no es dinero para la familia. A mí me iban a echar con cuatro hijos, allí tengo toda mi vida».

El abogado de la Sociedad Gitana Española reclamó la suspensión del juicio porque faltaron testigos que no fueron citados o quieren llamar a declarar a más perjudicados. La asociación reclama que los menores escolarizados disfruten de un realojamiento digno antes del desalojo de la parcela, «donde viven de forma pacífica y normalizada».