Hosteleros, vecinos y turistas están sorprendidos de que continúe sin arreglarse
16 may 2019 . Actualizado a las 16:51 h.La empresa de ingeniería de estructuras Andén Vigo, que ha vallado la zona cero del accidente de O Marisquiño, no descarta que se puedan producir nuevos desplomes del paseo marítimo de As Avenidas. El área colindante a la que se desplomó en el festival «está en mal estado y todo eso hay que tirarlo», señalan. La firma, que está especializada en reparación y conservación de obras marinas, indica que «puede haber nuevos hundimientos junto a la zona hundida».
A la Autoridad Portuaria de Vigo le ha cogido por sorpresa el desplome del martes, que tiene una extensión de unos veinte metros cuadrados y es la parte de la estructura de madera más próxima a la sede de la Xunta. La quiebra ha dejado ver un armazón de hormigón muy deteriorado sobre el que se asentaban unos listones de madera a modo de sostén de la tarima flotante que la recubría.
El quebrantamiento de la superficie fue similar al de una galleta rellena de chocolate que se parte con las dos manos empujando hacia arriba. En apenas cinco segundos se dobló la superficie de hormigón. Uno de los testigos del hundimiento del martes por la tarde fue Enoque José Meneses, hostelero brasileño que regenta una cafetería en los jardines de Montero Ríos, el Bonpland. «Estaba trabajando y escuché un estruendo y creí que se había caído uno de los grandes cuadros de madera que tenemos colgados en la parte de arriba», manifestó indignado por lo sucedido.
En la organización de O Marisquiño no dan crédito a que se haya vuelto a producir otro desplome que afecta a la imagen de la ciudad, aunque no varía las condiciones de celebración de la próxima edición puesto que ya contemplan sustituir la zona próxima al edificio de la Xunta por otra que se encuentra detrás, la praza da Estrela.
Lo sucedido el martes por la tarde también ha sacudido la indignación de los turistas y hosteleros. César González Ballesteros, presidente de la Federación Provincial de Hostelería y de la Asociación Provincial de Hospedaje , manifestó ayer su malestar: «Me preocupa la velocidad a la funcionan las cosas. Ha pasado casi un año de O Marisquiño y no se ha tocado nada. Es un poco surrealista», señala Ballesteros, que pide que por lo menos «se adecente un poco la zona. Yo no entro en temas legales, pero puede haber un acuerdo para arreglarlo y que luego pague quien corresponda».
Jonathan Caride, del bar Náutico de Montero Ríos, señala que «tendrían que arreglarlo cuanto antes. La gente pasa por aquí y te preguntan que por qué no se arregló.
Mela Ponce de León, vecina de la calle, dice que As Avenidas se encuentran en muy mal estado ya que además de los desplomes en la tarima, los vecinos sufren el botellón y el suelo está resbaladizo por falta de limpieza. «Es un desastre», asegura mientras pasea sus perros.
El nuevo derrumbe suscitaba ayer la curiosidad de personas de todo tipo, desde agentes y mandos de la Guardia Civil hasta visitantes vascos como Erlatz Rodríguez e Iraide Elejaga: «Están perdiendo el tiempo en echarse mierda unos a otros, cuando O Marisquiño se conoce en toda España».