Saltar barreras para estrenar el voto

Begoña Rodríguez Sotelino
begoña r. sotelino VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

cedida

Asociaciones de discapacitados registraron quejas de usuarios con problemas para acceder a colegios electorales

14 may 2019 . Actualizado a las 11:54 h.

Las elecciones generales del pasado 28 de abril supusieron un hito histórico ya que pudieron votar por primera vez en España todas las personas con discapacidad, como recoge la Convención Internacional firmada en el 2008 por 82 países.

En la carrera electoral no hay descanso. El hecho de que los comicios generales y los locales tengan lugar en esta ocasión tan seguidos sirve también para poder subsanar problemas que, si no se arreglan ahora, se van a repetir exactamente dentro de 12 días.

En Vigo hubo varias incidencias, aunque muy pocas quedaron registradas. Desde las asociaciones locales que trabajan con personas con discapacidad animaron a los usuarios a dejar por escrito sus quejas en formularios, precisamente para que a la hora de solventarlas contasen con documentación previa. En distintos colectivos tenían conocimiento de varios casos, pero solo quedaron reflejados los que presentaron quejas por escrito.

Desde Apamp, Asociación de Familias de Personas con Parálisis Cerebral, se enviaron tres reclamaciones a la junta electoral en relación a la accesibilidad de los colegios.

La alegría de estrenar ese derecho en muchos casos se vio interrumpida por la falta de accesibilidad y la presencia de barreras arquitectónicas como bordillos elevados que impedían la entrada al recinto, puertas estrechas por la que no cabía una silla de ruedas o falta de rampas que han provocado, por ejemplo, que se tuviesen que sacar las urnas para que estas personas pudiesen votar.

Por ejemplo, el espacio habilitado para las votaciones en el Colegio electoral CEIP Vicente Risco, en Teis, situado en la calle Santander, era, según se recoge en dos quejas, «una especie de gimnasio o salón de actos cuyo acceso principal tenía un escalón y unas medidas muy estrechas (puerta verde que figura en la fotografía) que impide totalmente el acceso de las sillas de ruedas». Finalmente los miembros de la mesa tuvieron que desplazarse con la urna fuera para poder efectuar la votación.

En el colegio electoral IES República del Uruguay, en Coutadas, se recoge en otra reclamación que es en una calle con bordillo elevado, sin rampa, y el acceso del colegio tiene escaleras que impiden el acceso al mismo en silla de ruedas. El ciudadano que trasladó su protesta cuenta en el atestado que para ejercer su votación tuvo que dejar su silla y desplazarse con ayuda de otras personas hasta dentro de la sala y poder ejercer así su derecho.

«No hemos tenido ninguna otra incidencia, salvo comentar que en el caso de personas con movilidad reducida y que caminan con muletas o dificultad, y en personas con dificultad de gestión en entornos concurridos, deberían tener una opción de preferencia o cola rápida para que no tengan que esperar mucho tiempo, en el caso de haber colas como pasó en las elecciones pasadas», comenta la directora gerente de la entidad, Concepción Somoza.

Asesoría a los Concellos

En Cogami no tienen constancia de ninguna queja en estos últimos comicios, aunque apuntan que las cosas han mejorado bastante en los últimos ocho años a raíz de un estudio pormenorizado que se hizo en 86 colegios de Vigo. Indica Diego Piñeiro, técnico de accesibilidad en la Confederación Gallega de Personas con Discapacidad, que a día de hoy no tiene datos sobre qué porcentaje de problemas detectaron se subsanaron, pero por la escasez de protestas calcula que son pocos. Aunque los problemas de accesibilidad van más allá de bordillos y rampas para llegar hasta las urnas. «Llegar al lugar donde están también es un problema. Quiero decir que si no hay transporte público o no dispone de plazas de aparcamiento adaptadas, tampoco pueden hacerlo», explica. Por otra parte añade que la asociación lleva dos años trabajando con los concellos de Pontevedra y Vigo asesorándoles en las obras nuevas en cuanto a accesibilidad. El contrato acaba de concluir pero optan a la renovación.

El presidente provincial de Cogami, Ángel Holguera, cuenta que «las humanizaciones nos han facilitado mucho las cosas y los ayuntamientos me consta que se han implicado mucho. Por ejemplo, en el transporte público que ofrece Vitrasa, en el 90 % de la flota de autobuses no hay problema. Las dificultades principales están en los que van a las parroquias, pero es cuestión de ir poco a poco».