Iconófilos, iconofóbicos e iconólatras

tareixa taboada OURENSE

VIGO CIUDAD

Miguel Villar

El realismo abstracto de Ánxel Huete en el espacio Alterarte de la ciudad

14 may 2019 . Actualizado a las 20:14 h.

La sala Alterarte, espacio expositivo de la Universidad de Vigo en el proyecto Estado crítico, 15 curadores, 15 artistas, presenta Iconofobia del artista Atlántico Ánxel Huete, muestra comisariada por Luis Sirvent.

El artista analiza el concepto de inmanencia a través de la ocultación del referente icónico que presenta a través de dos desnudos, femenino y masculino, que en su hierática posición remiten los Kuroi y Korai de la Grecia arcaica, presentando una obra resultado de una codificación, un entramado articulado mediante un sistema de signos consecuencia de un código aprendido. Así, los elementos de origen icónico se desplazan hacia la síntesis del símbolo para transformarse en forma indefinida por ocultación que en el proceso de desaparición de estas formas preexistentes resultan intuibles. Imágenes extraídas de los mass media, de campañas publicitarias de la firma Benetton cuyas fotografías fueron realizadas por Oliviero Toscani y publicadas en la revista Colors en 1993.

Las obras que recorremos en Alterarte fueron realizadas por Huete en la Escuela superior de Arte y Diseño Antonio Faílde de Ourense dirigida por el reconocido artista César Taboada, quien con maestría asistió técnicamente a las serigrafías ideadas por el autor.

El creador revisa el concepto de inmanencia radical de DeLeuze y Spinoza conectando la idea con la expresión plástica y estableciendo una dialéctica en su discurso paradójicamente bicéfalo que consolida el concepto de la abstracción como pensamiento estructural, la concepción del lenguaje como morada del ser (Heidegger) e instrumento de la fisonomía matérico-histórica y cultural del concepto del eikon, reflejo artístico del elemento figurativo y su vulgarización y manipulación conativa en los mass media, en la reproducción sistemática y mecánica del arte serializado, influencia del Pop en las imágenes de consumo masivo del arte como producto que elimina la singularidad y el aura de la obra de arte debido a las técnicas de impresión usadas y al cambio de mentalidad que encuentra en lo cotidiano lo icónico, desplazando la idea tradicional de original como obra única y aniquilado todo vestigio de emoción, multiplicando, sin embargo, en sus posibilidades interpretativas, la libertad de sus lecturas.

La pintura como instrumento

Huete reflexiona a través de la experimentación con materiales que actúan como superficie plástica, sobre la pintura como instrumento referencial y mimético entre lo externo, la realidad, crisis-política-naturaleza y la producción y creación plástica a medida que reduce la imagen a una síntesis carente de narración con la presencia física del objeto y una armonía en el equilibrio y la estructura de los elementos constitutivos de la obra.

El arte con la propiedad dialéctica de agente de cambio y motor de transformación social.

La apropiación del elemento visual preexistente propio del Pop y un aniconismo (Oleg Grabar) como método correcto en el campo de la experimentación que se articula desde los mapas sumerios del cielo a los códigos ocultos en los dibujos de Leonardo, la inmanencia.

Ánxel Huete altera y distorsiona el programa discursivo del Pop generando diálogos alternativos con los trazos pictóricos, manchas, marcas de barrido de brocha, movimientos envolventes y circulares, pulsiones, líneas, presiones, chorreos informalistas y texturas semitranslúcidas que recorren la superficie de la imagen serigrafiada como un trazado que humaniza la imagen icónica y una reflexión crítica sobre la manipulación del lenguaje y sus efectos persuasivos mediante una neutralización del signo que representa y subrayando la calidad plástica de la obra en proceso, revirtiendo el concepto de serie en la unicidad del objeto, aniquilando la cadena homogénea asistida por la reproducción técnica.

Esta manipulación anula el aspecto impersonal del tratamiento gráfico revirtiendo el concepto de serie de Walter Benjamin: «Al multiplicar las copias a través de la reproducción técnica, la presencia única queda sustituida por la presencia masiva», e introduce en la obra elementos propios de la caligrafía del autor en las distintas técnicas empleadas para referenciar la silueta semioculta por la pintura arrastrada, el equilibrio entre gamas cromáticas como potenciador expresivo en sus distintas temperaturas de color, el soporte protagonista, el papel: de estraza, cartón, acuarela también tablero y zinc.

La anatomía se desvela sin referencias contextuales en volumen en los puntos serigráficos que adoptan la apariencia de tejido y remiten conceptualmente a los puntos benday.

crítica de arte