Moito!: «Nos llaman más para tocar fuera que aquí»

VIGO CIUDAD

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La banda pobrense Moito! avanza en Fugas el primer sencillo de su nuevo disco, «Ingeniería inversa», que han grabado con Paco Loco y compite en varios concursos a nivel nacional

10 may 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Arrancaron su primera gira la pasada primavera con Ingravidez, tras una carrera de años tocando en bandas de covers. Moito!, de A Pobra y con base en Santiago, nació «como un grito de guerra para celebrar algo que te gusta. El nombre es un emblema de Galicia, porque somos gallegos, lo llevamos en la sangre y en la música», asegura Diego González, guitarra de esta banda que avanza en Fugas el primer sencillo y el videoclip de su nuevo disco (accesible en la edición digital de La Voz). Ingeniería inversa es el nuevo menú fusión de Diego González, Juan Carlos Pérez, el Ciego, Guillín y Felipe Castro, que medraron con Oasis, U2 y el sonido de la movida de Vigo de los noventa. Moito! es finalista de varios concursos a nivel nacional, como Sonidos Mans, Pulpop Fest y Ampudia Fest. Este viernes lanzan el videoclip del single Adoración. «Es de Zaida Novoa, ilustradora gallega de O Garaxe Hermético», explica Diego.

­-¿Cómo nació este segundo disco?

-En una semana. Cambiamos de estudio. El primer EP, Ingravidez, fue grabado en Estereoarte Estudios, en Vigo, con Luis Antelo, en el estudio donde graban Iván Ferreiro y muchos grupos de la movida de Vigo. Con este segundo trabajo quisimos probar en otro lado. Sabíamos que Paco Loco grababa a artistas superpotentes, como Bunbury o Mikel Erentxun... De hecho, Mikel Erentxun se podía quedar tres meses en su casa grabando disco.

­-¿Cómo llegasteis a grabar con Paco Loco, a ese estudio que se presenta como «una confortable casita para el disfrute y descanso de los músicos?

-Lo llamamos por teléfono y le enviamos el disco... Paco Loco también escoge los grupos que quiere grabar. Dicen que las listas de espera que tiene son de locos, pero a nosotros nos dio fecha pronto.

­-Así que foi chegar e encher.

-Nosotros esperamos solo tres meses. Él tiene un chalé en El Puerto de Santa María, tú te quedas en la casita de al lado, comes con él, desayunas con él, cenas con él. Estás una semana entera con él. Metido en el disco. Hicimos Ingeniería inversa de lunes a viernes. Eso sí, trabajando de nueve y media de la mañana a nueve y media de la noche, parando a comer un cuarto de hora, por necesidad [risas]. Volveremos a mediados de octubre. La idea es sacar a mediados el primer EP completo, antes de ir al festival Tran Tran, de Navarra. Y en octubre completaremos el disco con otros tres o cuatro temas, como una segunda pieza que completa Ingeniería inversa. Ahí hay sorpresa, una colaboración que estamos cerrando.

-¿Por qué «Ingeniería inversa?»

-Por eso de desmontar algo que está montado. La portada es un gramófono desmontado y cada canción lleva un dibujo, como un tótem, que se desmonta dentro de la composición.

-¿Queréis asomarnos al mecanismo del proceso creativo, a sus tripas?

-Sí, y decir también que no es solo música, que el diseño del trabajo, de Simón Castro, está muy trabajado.

-Os mantenéis en el indie rock, pero con un guiño al pop-rock inglés y americano de los noventa...

-A los sonidos de los ochenta y los noventa. Pero tenemos una fusión. A Guillín [batería] le gusta el metal, la música más dura, porque es del 91. Felipe y yo somos del 84 y muy del Achtung Baby de U2, de Oasis, del (What's the Story) Morning Glory? Escuchábamos Queen, R.E.M., Pearl Jam. Y el Ciego [bajista], que es del 76, tira más al jazz y al blues.

-¿Os veis el «parentesco» que os pintan con Vetusta Morla o Los Piratas?

-A ver, todos escuchamos a Los Piratas. Nos parecemos, inevitablemente, al pop que se hacía en Vigo en los noventa.

-¿Es duro abrirse camino en Galicia?

-Nos llaman más para tocar fuera que aquí. En Galicia montamos mogollón de festivales, pero casi siempre vienen los mismos, cuando hay mucho nuevo que oír.