Menos pisos vacíos para suplir la falta de construcción nueva

María Jesús Fuente Decimavilla
maría jesús fuente VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Oscar Vázquez

El número de viviendas desocupadas en Vigo y comarca es inferior al de otras áreas urbanas

29 abr 2019 . Actualizado a las 00:52 h.

Vigo es la ciudad de Galicia con menos pisos vacíos, según los últimos datos de la Federación Galega de Empresas Inmobiliarias (Fegein). En la actualidad suponen un 12,94 % del total de viviendas de la ciudad, o lo que es igual, 18.588 pisos sin ocupar de los 143.637 existentes. La cifra se aleja de los 21.000 que tenía en el 2006, cuando batió el récord.

El mayor porcentaje le corresponde a Ourense, con casi un 22 % de construcciones vacías, seguido de Ferrol, que se aproxima al 20 %, una cifra muy similar a la de Lugo, mientras que Santiago y Pontevedra rondan el 17 % y A Coruña el 14 %.

La caída del número de pisos vacíos tiene que mucho ver con el freno que ha experimentado la construcción de vivienda nueva en la ciudad como consecuencia de los problemas urbanísticos, en concreto por la suspensión judicial del último Plan Xeral de Ordenación Municipal.

«En los últimos años hay un problema muy elevado en Vigo de movilidad laboral y eso ha drenado mucho el mercado de la vivienda en alquiler o en propiedad. Existe mucha demanda, alguna de trabajadores para vivir de lunes a viernes, y lo que hay no la cubre. Lo que ofrece el mercado no es lo que se demanda. A lo anterior se suma que no hay vivienda nueva a la venta, porque no se construye. Esto reduce las reservas de pisos desocupados. Con una reforma vale para vivir», comenta el presidente de Fegein, Benito Iglesias.

Advierte que cuando se habla de pisos vacíos se incluyen todos, los que están más o menos habitables y los que prácticamente se encuentran en estado de ruina, con tan solo cuatro paredes. Los que van quedando sin ocupar son precisamente esos que están más deteriorados y que requieren una rehabilitación integral y un presupuesto más elevado, que muchos propietarios no están dispuestos a asumir.

El bum de las rehabilitaciones es lo que ha salvado a muchos estudios de arquitectura y, en general, al sector de la construcción que en Vigo ha sufrido el doble que en otras ciudades. Al grave perjuicio ocasionado por la crisis económica se sumó el de la paralización del Plan Xeral de Ordenación Municipal.

A juicio de Iglesias, no es de recibo que ciudades como Vigo y A Coruña tengan los precios más altos de alquileres y el menor estocaje de vivienda nueva. Tampoco entiende la lentitud de las administraciones para tramitar la ordenación provisional del suelo urbano consolidado que, dice, permitiría liberar 23 millones de metros cuadrados y supondría un respiro.

«La pérdida de poder adquisitivo es elevada. Hay gente que gana mil euros y que ha pasado de pagar 450 por un alquiler a 600. Tenemos muchas quejas de los precios tan elevados que hay en Vigo por el alquiler. Las administraciones tienen que ser conscientes y facilitar que fluya el mercado, que en este momento está colapsado en Vigo», añade.

A los problemas anteriores suma la regulación de la vivienda vacacional sin calcular el impacto que iba a tener, por ejemplo, en ciudades como Vigo y Pontevedra, según apunta el representante de la patronal inmobiliaria.

El descenso de la vivienda desocupada no solo se produce en Vigo, sino también en su área, que de nuevo es la que más cae de las incluidas en las siete grandes ciudades gallegas, con un 13 % frente a la comarca de Ourense, que supera el 21 %. En Galicia la media de pisos vacíos se estima en 300.000.

La tasa de la ciudad se sitúa por debajo de la media gallega que ronda el 18 %

La tasa de viviendas vacías de Vigo es inferior a la media gallega, que se sitúa en torno al 18 %, lo que coloca a la comunidad autónoma en los primeros puestos a nivel nacional. En total, Galicia cuenta con 300.000 pisos desocupados, lo que viene a significar el 18,6 % del total.

Uno de los motivos que se alegan para justificar esta situación excepcional es la despoblación del ámbito rural, donde los habitantes optan por cerrar sus hogares para marchar a la ciudad. Por si la situación no es propicia y tienen que regresar, las mantienen durante largos períodos sin ocupar.

La desocupación se suele atribuir también a la cantidad de inmuebles adquiridos en su día por emigrantes como inversión segura, de ahí el despunte de Galicia.

No obstante, desde algunos ámbitos como la Asociación de Promotores Inmobiliarios de Pontevedra, ponen en duda que sean tantos los pisos desocupados al reactivarse el alquiler ante la progresiva demanda.