El músico malagueño brindó una mágica noche de reflexión sonora ante más de 6.000 fans en Vigo
29 abr 2019 . Actualizado a las 00:35 h.No era ayer una jornada para promesas. No solo estaban mal vistas sino hasta prohibidas por la ley (electoral). Sin embargo por cosas de la vida, era el día en el que Pablo Alborán llegaba a Vigo para ofrecer uno de los conciertos de su supergira Prometo.
A las chicas que llevaban desde el domingo pasado haciendo turnos en su campamento frente a la puerta se sumaron ayer miles de seguidores haciendo largas colas para entrar, dispuestos a disfrutar de un concierto donde la calidad técnica estaba garantizada y la artística también, ya que viene avalada por el estilo y la entrega de un compositor y cantante que ha crecido como intérprete desde que debutó hace casi diez años. Su Tour Prometo es todo un alarde de sincronización y medios, potencia de luces y sonido, al servicio del inspirado malagueño, y ayer lo demostró ante más de 6.000 personas en un recinto, el del Ifevi, recortado en aforo precisamente para acomodar un montaje de grandes dimensiones. En la jornada de reflexión, las fans de Pablo no tuvieron mucho tiempo para pensar a lo largo de las dos horas largas de recital y se dejaron llevar por la pasión,al hilo de las notas de sus canciones. Arrancó con No vaya a ser y siguió con Pasos de cero y La escalera antes de desatar el delirio al dirigirse a su público y saludar a Vigo, que se llevo a casa el recuerdo de más de 20 canciones en directo.