Cuatro principales candidatos pasaron por la ciudad sin prometer nada para ella
27 abr 2019 . Actualizado a las 05:00 h.En Vigo se juegan al menos dos escaños de los siete con los que cuenta la representación política de Pontevedra en el marco del Estado. En toda la provincia hay 769.000 votantes potenciales de los cuales 238.000 viven en Vigo y gozan de sus ventajas pero también sufren sus problemas de tráfico, de falta de transportes más modernos, de empleo, de carestía de la vivienda y de los alquileres... Vigo es la principal ciudad de Galicia y su motor industrial y ha sido parada obligada para todos los líderes de los grandes partidos excepto para Santiago Abascal, de Vox, que se ha sentido más cómodo en la tierra de su madre, A Coruña, frente a una ciudad en la que la izquierda domina el panorama municipal.
El líder del PP, Pablo Casado fue el primero en visitar la ciudad el 24 de marzo. La formación ganó en Vigo en las elecciones del 2016, con 52.297 votos. Pero sacó poca ventaja a la segunda fuerza en Vigo que fue la alianza de Podemos, Izquierda Unida y En Marea, que ahora es más débil al no participar esta última, que va por libre. El PP sacó diez mil votos de ventaja al PSOE y Ciudadanos quedó muy rezagado con 15.912 escrutinios. Precisamente Casado no quiere que se escapen estos votos de centro derecha y los que se pueden derivar hacia Vox y pidió unión a todos pero no hizo referencia a ninguno de los problemas de la ciudad que su partido dejó pendientes. Rivera, dos días después, únicamente hizo mención de modo genérico a las cuotas de pesca, un sector que también tocó, con algunos datos erróneos, Pablo Iglesias este miércoles. El propio presidente del Gobierno Pedro Sánchez que llenó el auditorio Mar de Vigo el 16 de abril no abordó demandas como los peajes, Peinador, la nueva autovía de la salida sur o los plazos del AVE. Tampoco nada de que el Puerto haya sido relegado ni qué futuro tiene el naval. En resumen, discursos genéricos que valen para Vigo y para cualquier sitio.