«Lo mejor era no jugar el derbi», dice Mouriño, jugador del Rápido cedido por el Pontevedra

m. v. f. VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

M.MORALEJO

Está sancionado, pero ya había decidido no disputar el partido

18 abr 2019 . Actualizado a las 12:39 h.

Adrián Mouriño estará hoy (17.00) «entre la espada y la pared». Por eso había optado por no disputar el duelo que enfrentará al equipo al que pertenece, el Pontevedra, con el Rápido de Bouzas en el que está cedido desde el pasado enero. El vigués vio la quinta amarilla la pasada jornada, pero con independencia de eso, y pese a que su contrato no establece ninguna cláusula del miedo, él ha decidido que la mejor opción es vivir el partido como espectador y, a buen seguro, sufriendo de lo lindo. «Me rompe mucho la cabeza este derbi. Tengo muchas ganas de que pase ya -confiesa- y que sea lo que tenga que ser».

Asegura el futbolista que aunque la última palabra la ha tenido él, ha sido una «decisión consensuada» por las tres partes implicadas y que ninguno de los dos clubes le ha presionado ni en un sentido ni en otro. «Teniendo en cuenta lo que se juegan los dos y que el Pontevedra va a ser mi equipo el año que viene, la mejor decisión era no jugar este derbi», argumenta. Comenta que en su día se contempló la posibilidad de la cláusula del miedo, pero «no se sabía en qué condiciones iba a llegar cada equipo» y no se incluyó. Con el actual escenario, cree que no se «iba a sentir cómodo» sobre el terreno de juego en una situación así.

Pese a la tranquilidad que entre comillas le puede proporcionar el hecho de saber que no va a intervenir en el desarrollo del partido, Mouriño admite que no está siendo una semana fácil para él. «Es extraño y bastante fastidiado, porque son mis dos equipos. Yo al Pontevedra lo llevo dentro después de cinco años allí, pero también soy jugador del Rápido y quiero que se salve». Por eso «lo mejor era apartarse», reitera.

El actual jugador del Rápido habla como un libro abierto y tampoco se corta a la hora de decir que el escenario que se encontró cuando llegó al Rápido no era nada propicio. «No vamos a negar la realidad. No sé a cuántos puntos llegamos a estar de la salvación, pero fue mucho tiempo sin estar más arriba de la penúltima plaza. Nos veían muertos y nadie daba un duro por nosotros», recuerda. Pese a todo, él sostiene que nunca dudó de las opciones de permanencia de los aurinegros, en las que hoy confía plenamente.

El paso de buscar minutos en el Rápido no fue sencillo. Pero asegura que su compañero Adri, con el que había coincidido en el Pontevedra, fue fundamental. «Me animó mucho. Me dijo que la mala racha se iba a tener que acabar y las cosas se iban a poner de cara como está sucediendo», celebra. Para que eso haya sido posible, Mouriño cree que su técnico, Míchel Alonso, ha sido pieza fundamental. «Es un entrenador top, de lo mejor que me he encontrado en mi carrera, tiene un nivel espectacular. E hizo un trabajo psicológico increíble con nosotros. Fue quien nos hizo creer», destaca.

A día de hoy, la confianza de Mouriño en la salvación del conjunto vigués es total. «Nunca hemos estado tan cerca del objetivo y tenemos duelos con rivales directos. Dependemos de nosotros mismos y llegamos en un gran momento de forma», expresa. Si algo ha comprobado en este tiempo es que «el fútbol son estados y momentos». «Esta cesión está siendo muy positiva. Me está permitiendo ver en primera persona que el fútbol cambia de la noche a la mañana y hay que vivir todas las situaciones, pero sobre todo hay que creer». Y el cree en sus dos equipos.