El derribo de Cordelerías Mar abre el camino a la reconversión de Beiramar en zona residencial

a.martínez VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

M.MORALEJO

La inmobiliaria de Jove inicia 155 pisos a la espera de que el Plan Xeral defina proyectos como la Ciudad del Frío

10 abr 2019 . Actualizado a las 12:32 h.

Avantaespacia, la división inmobiiliaria de la corporación Inveravante, de Manuel Jove, prendió ayer la mecha de lo que podrá ser la futura recuperación de Beiramar. La empresa comenzó el derribo de la nave abandonada de Cordelerías Mar.

El paisaje urbano dirá así adiós muy pronto a un resto del pasado industrial de la ciudad que, tras décadas de abandono, se había convertido en un símbolo de la decadencia de la zona. Las naves industriales en desuso sirven hoy en día de cobijo de okupas y son motivo frecuente de la activación de los bomberos por incendios. La prostitución que se ejerce en la calle durante las horas nocturnas y el trapicheo de drogas, hace de Jacinto Benavente uno de los espacios más lúgubres de la ciudad. Ese es precisamente el motivo que alegó la sociedad que gestionó el auditorio Mar de Vigo y el hotel para dar por fracasado el proyecto, obligando al Concello a pagar un rescate de 35 millones de euros. Las protestas de los vecinos por la falta de seguridad en la zona son constantes y siempre han reclamado más presencia policial.

Las obras que comenzaron ayer podrían dar un giro a esta situación y desencadenar la puesta en marcha de otros proyectos guardados en un cajón a causa de la crisis. La empresa Avantaespacia abre la espita. Empieza ahora a dar forma a un cambio por el que el alcalde, Abel Caballero, siempre apostó. Ya desde que fue presidente del Puerto de Vigo se mostró partidario del desalojo de concesiones para dar a esta fachada marítima un carácter residencial y de usos terciarios en un emplazamiento privilegiado de la ciudad.

El Plan Xeral anulado preveía la recalificación de Beiramar para hacer edificios en primera línea de costa. El traslado de las empresas portuarias al polígono de Matamá-Valadares, donde se proyectaba la Ciudad del Frío, iba a dar paso a cuatro torres de 20 alturas en la zona de Jacinto Benavente. El túnel de Beiramar se prolongaría hasta Bouzas para poder peatonalizar el entorno y convertirlo en un espacio humanizado, dentro del proyecto de Abrir Vigo al Mar. Pero la depresión económica paralizó todos aquellos proyectos en unos años en los que decayó la inversión inmobiliaria. El nuevo planeamiento será ahora el que determine la transformación de Beiramar.

La operación de Jove se convierte en la primera que se lleva a cabo. Inveravante tiene previsto desarrollar en este suelo, que tiene una superficie construida de 31.700 metros cuadrados, un edificio de 155 viviendas de dos a cuatro dormitorios. El inmueble tendrá planta baja y diez alturas. El proyecto se encuentra todavía en fase de redacción. El desarrollo contempla, además, la construcción de una piscina para el uso de la comunidad de propietarios. El Concello podrá otorgar la licencia de edificación gracias al instrumento de ordenación provisional que se encuentra actualmente en tramitación y que permite el levantamiento de la suspensión del Plan Xeral en ese ámbito.

El gobierno local defiende que los ciudadanos ganarán con el desarrollo de este proyecto una nueva zona de esparcimiento público. El convenio firmado entre la promotora y el Concello establece la cesión gratuita y libre de cargas al Ayuntamiento de terrenos destinados a espacios libres y zonas verdes y a ejecutar las obras de adecuación de esta nueva área pública por un importe de 277.200 euros. El edificio contará con accesos desde las calles Jacinto Benavente y Marqués de Valterra.