Isla verde
Se trata, en definitiva, de conservar esos preciosos 10.000 metros en el centro histórico de la ciudad libres de cemento y asfalto, pero no solo eso. Quizás la ciudadanía debería saber, y manifestar su opinión, sobre otras pérdidas patrimoniales y equipamientos públicos que se incluyen en el proyecto de urbanización del barrio do cura, como denuncia el colectivo da Horta do Berbés. Perderemos la Escola Infantil Santa Marta o el patio de juegos de la Casa de Caridade-Fogar San Xosé. El antiguo lavadero de la calle Pobladores o la histórica fonte da Barroca. Añadan la pérdida paisajística del que actualmente es el mejor mirador sobre la ría que, con edificios de ocho alturas, va a alterar definitivamente el perfil urbano cerrando todavía más Vigo al mar.
Incluso algo que siempre consideramos intocable, el olivo del paseo de Alfonso, el símbolo vivo de la ciudad (con permiso de Dinoseto) pasaría a convertirse en una rotonda. ¿Necesitamos 56.000 metros de nuevas viviendas en una ciudad con 20.000 viviendas vacías? ¿No hemos aprendido nada de los datos demográficos y decidimos ignorarlos, otra vez, para plantear unas bases de crecimiento irreales y volver a inflar otra burbuja inmobiliaria? ¿Necesitamos nuevas construcciones en el casco vello cuando muchas de las viviendas originales (y sus huertas) siguen en ruinas? ¿Una ciudad que tiene un grave problema de contaminación atmosférica (superando con frecuencia los límites recomendados por la OMS) se puede permitir el lujo de perder en su centro urbano 10.000 metros de zona verde añadidos a la pérdida de masa forestal neta en sus calles y parques?