Así cayó la narcoabuela de Vigo

e. v. pita VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

M.MORALEJO

Descabezan el último clan de drogas del barrio de A Ferrería al caer su matriarca de 71 años, que dirigía una red de camellos porque el resto de su banda está en prisión

27 mar 2019 . Actualizado a las 11:43 h.

Una abuela de 71 años asumió el mando del último clan que operaba desde A Ferrería y dirigía una red de camellos para vender cocaína y heroína en el Casco Vello. La anciana tuvo que liderar la banda con ayuda de su nieto de 30 años, que se convirtió en su persona de confianza, porque ellos eran los únicos miembros del grupo en libertad, ya que el resto están ingresados en prisión por operaciones policiales anteriores. Fueron necesarias cinco intervenciones de la comisaría a lo largo de cuatro años para barrer el último reducto de vendedores de droga en la parte alta del casco histórico.

En el golpe policial, los agentes hallaron en poder de la narcoabuela un total de 60 gramos de cocaína sin cortar en dosis. Su valor se habría multiplicado si hubiesen colocado las papelinas a su red de camellos. Actuaban en el centro de Vigo y en su área.

Con la caída de la presunta matriarca y su nieto, la Policía Nacional da por descabezado el último clan que operaba en el barrio de A Ferrería. Durante años, dos clanes se repartían el negocio. Aunque competían entre sí no tenían trifulcas, solo una sana rivalidad comercial. La operación Muralla fue el golpe final a estos clanes muy diezmados y con la mayoría de sus miembros, muchos de ellos la propia familia, encarcelados.

Los agentes descubrieron que el último reducto de los traficantes dirigidos por la abuela disponía de dos pisos francos en A Ferrería, uno en la calle Cruz Verde, y otro en la Subida ao Castelo. En el primer edificio, almacenaban y ocultaban la droga. La segunda vivienda hacía de laboratorio clandestino, pues era allí donde cortaban la cocaína y heroína y elaboraban las papelinas, de medio gramo a uno.

Además de la cocaína, fueron decomisados 15 gramos de heroína. La policía cree que esta sustancia es marginal por su peligrosidad y los compradores son viejos consumidores que ya no se pinchan sino que la fuman.

Los organizadores del clan fueron sorprendidos por el grupo antinarcóticos en la calle cuando transportaban un alijo para preparar las papalinas en la vivienda cercana a la fortaleza.

Los máximos dirigentes ya contaban con detenciones anteriores por tráfico de drogas.

Los expertos creen que el clan estaba planeando extender su campo de acción a otros puntos de la ciudad y del área.

La investigación fue llevada a cabo por agentes del Grupo UDEV-Drogas.

La Comisaría agradeció la colaboración de los ciudadanos que sospecharon que en el barrio podría haber trapicheo y destaparon el punto negro de drogas.

Terminan así cuatro años de golpes policiales en el barrio de A Ferrería. En la última década, han caído y fueron juzgados varios clanes que operaban en casas de esa zona. Algunos mezclaban la heroína con tranquilizantes.