Las Rías Baixas lideran el ránking gallego de condenas a ciberacosadores

e. v. pita VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Oscar Vazquez

60 sentencias castigaron a delincuentes que actuaron desde un ordenador o móvil

25 mar 2019 . Actualizado a las 11:37 h.

Los tribunales de la provincia de Pontevedra son los que más condenas impusieron en Galicia a los acusados que cometieron delitos informáticos asociados a una sentencia de culpabilidad, en especial el ciberacoso.

Este tipo de delitos por Internet abarcan actuaciones como boicotear la libertad de la víctima (ciberacoso), dañar su integridad moral (pornografía infantil o dar trato degradante), no respetar su libertad sexual (ciberacoso a menores), revelar sus secretos en las redes sociales, injuriar o calumniar por Facebook o foros de WhatsApp, hacer ataques háckers, timar a compradores on line o falsear documentos.

En total, la memoria de la Fiscalía del 2018 computa 60 sentencias en las Rías Baixas que declararon culpables a acusados de estos delitos informáticos asociados. Representan el 46,1 % de los 130 castigos que recayeron sobre este tipo específico de ciberdelincuencia en Galicia.

La mayoría de los delincuentes castigados en la provincia son acosadores que actuaban a través de las nuevas tecnologías de la información, según los últimos datos disponibles del 2017. Hubo 41 sentencias condenatorias por dicho delito informático en el que los acusados se escudaron en el anonimato en la Red para perpetrar sus fechorías. Creyéndose impunes coaccionaron, persiguieron, atemorizaron o espiaron a sus víctimas, muchas de ellas vulnerables. Finalmente, la policía siguió el rastro de sus respectivas direcciones informáticas y descubrió el ordenador o el teléfono móvil bajo el cual se parapetaba cada ciberacosador.

Además, los tribunales de la provincia penaron en dicho año a siete pedófilos que usaban Internet para difundir pornografía infantil o en las que las protagonistas de las imágenes eran personas con discapacidad.

Los jueces de la provincia también castigaron a diez estafadores que se ganaban la confianza de sus clientes para venderles productos y servicios y, una vez que cobraban, se esfumaban sin dar nada a cambio. Cuando la víctima llamaba para reclamar el pedido, no cogían el teléfono.

También, en el mismo año, fue condenado un pirata informático por un delito contra la propiedad intelectual en una sociedad del sector de la información. Otra pena recayó sobre un falsificador.

Las Rías Baixas lideran estas condenas, seguidas de la provincia de A Coruña con 41 condenas, Ourense con 22 y Lugo con 7. Las 130 sentencias del 2017 en Galicia son 48 más que en el 2016.

En total, los tribunales de la provincia tramitaron 104 procedimientos judiciales de este tipo, de los que 88 casos investigados eran por ciberestafas, 11 por pornografía infantil y 4 por daños ocasionados por háckers.

Expertos policiales consultados admiten que los delincuentes se están pasando al ciberespacio porque es un lugar ideal para ellos a la hora de perpetrar delitos: actúan protegidos bajo el anonimato, en un rápido golpe pueden timar mil euros y apenas corren riesgos. El nuevo delincuente ve muy cómodo robar el botín desde el sofá de su casa y revenderlo en una tienda on line o, directamente, estafar a un cliente y ganar dinero rápido.

Otras voces restan alarmismo respecto al auge de los ciberdelitos. Es el caso de Iago Otero, abogado vigués experto en derecho tecnológico y presidente de Avogados Novos: «En Vigo, no he visto muchos pleitos por estos motivos. Desde mi perspectiva no noto tanto movimiento».

«Te pueden controlar y espiar usando tu cargador del móvil»

V igo acogerá del 12 al 13 de abril el ViCON 2019, el primer congreso de ciberseguridad que se realiza en Galicia, en colaboración con el Concello de Vigo. Joel Serna es un especialista en ciberseguridad que participará como ponente en este evento. Tratará la modificación y troyanización de dispositivos que utilizan las personas de a pie cada día como el cargador y los cables del móvil, el teclado o el ratón para controlarlos y espiarlos. «Las personas han empezado a desconfiar de los pendrives porque pueden contener malware, pero nunca van a desconfiar de su cargador de móvil o del teclado del ordenador», dice.

-¿Aumenta la ciberdelincuencia?

-Sí, cada vez los ataques son más sofisticados y más difíciles de detectar. En esta charla se mostrarán unos casos muy específicos donde se observa un ejemplo de control de los equipos mediante periféricos del día a día. Fuera de esto, todos los días se ejecutan miles de ataques en todos los países. Muchos de ellos son por la falta de interés de las empresas por este sector.

-¿Qué delito es más frecuente?

-A nivel no tan técnico y lo más visto en los medios son los ataques de ingeniería social, ransomware, y phising en páginas web y redes sociales. Después de eso, los ciberdelincuentes piden

dinero para «rescatar» los datos que han robado

-¿Qué nuevas amenazas llegan?

-Hablando de hardware, hacking y badUSB, actualmente estamos viendo dispositivos que abarcan todo tipo de comunicaciones: WiFi, bluetooth, radiofrecuencia, y otros. Se busca desarrollar dispositivos muy pequeños para ocultar y un medio de comunicación para poder controlar el dispositivo remotamente

-¿El peligro de conectar estos dispositivos es culpa del usuario?

- Hay estudios muy buenos con estadísticas de la cantidad de personas que conectan dispositivos que se encuentran tirados en la calle a sus propios ordenadores.

7.000 denuncias, juicios y recursos penales menos en un año tras caer los litigios un 11,8 %

La litigiosidad penal en la provincia de Pontevedra descendió un 11,8 % en el último año. De los 57.928 pleitos registrados en el 2017 relacionados con delitos, se pasó a 51.041 en el 2018, casi 7.000 menos en apenas un año.

Este repentino descenso de delitos, juicios penales y recursos de apelación puede explicarse por dos motivos. Por un lado, en el 2018, la huelga de funcionarios judiciales paralizó durante tres meses la mayoría de los trámites en los tribunales. Por tal motivo, los perjudicados presentaron menos denuncias mientras que cientos de juicios penales se aplazaron.

A ello se suma que las reformas legales en los juzgados de Instrucción han eliminado las faltas, que ya no se castigan penalmente, salvo que sean delitos leves. Antes, los jueces tenían que examinar cientos de juicios por insultos entre vecinos, los llamados chamoumes o juicios de tendal, porque el litigante se quejaba al juez de que su contrincante «chamoume isto ou aquelo». También se suprimieron las vistas por accidentes de coche por alcance con la típica lesión cervical. Los litigantes denunciaban para obtener gratis un informe clínico del forense y ahorrarse el gasto de un peritaje. Todos esos accidentes ya no se castigan con multa sino que se deben solventar por la vía civil.

Además, también ha contribuido a reducir las denuncias el hecho de que los delitos cuyo autor es desconocido son archivados a la espera de que la policía presente nuevas pistas. Y el instructor debe ventilar todas las investigaciones en seis meses, salvo que sean casos complejos.

En Vigo hubo 25.528 asuntos penales en el 2018, en Pontevedra, 4.192 y en Vilagarcía, 2.299.