El sector turístico teme un desplome por el agujero del Marisquiño

Luis Carlos Llera Llorente
luis carlos llera VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

XOAN CARLOS GIL

El botellón y el mal estado de las losetas se unen a la falta de arreglo del muelle

19 mar 2019 . Actualizado a las 19:37 h.

El paseo de As Avenidas es un lugar cada vez más frecuentado por miles de vigueses y turistas. Pero su mal estado está dañando la imagen de la ciudad, según la Asociación de Hosteleros, los comerciantes de la zona y el propio Club Náutico, uno de los referentes del turismo de calidad. El auge de este paseo entre los foráneos lo confirman en la Oficina de Turismo donde notan un aumento de los visitantes en todas la épocas del año, pero especialmente en el verano. El año pasado, entre junio y septiembre visitaron la ciudad 179.267 personas, un importante número de veraneantes que si no se pone remedio pronto pueden encontrarse este próximo verano con el agujero del paseo abierto.

César González Ballesteros, presidente de los hosteleros de la provincia, advierte: «La zona es superturística, pero tenemos un entorno degradado. Van pasando los días y esto nos e arregla y el turismo no espera». Detalla que los botellones de fin de semana y los suelos peligrosos hacen que sea «un territorio minado».

Rafael Tapias, presidente del Real Club Náutico, subraya que caminar en este espacio tiene un riesgo. «Metes el pie en una loseta rota y te llenas de agua hasta la rodilla», relata. Delante del histórico club que ocupa un edificio levantado en 1944 hay agujeros entre las antiguas vías llenos de agua estancada. Las rejillas están saturadas y no evacúan el líquido enturbiado. Los trabajadores del Náutico tienen que sortear todos los día los charcos para llegar secos a su puesto de trabajo. «El pavimento está fatal. La zona donde se celebró O Marisquiño sigue sin arreglarse. Produce una visión muy negativa para el turismo que llega en barcos», señala Dolores Pereira, que apostilla que antes el paseo se usaba solo en verano pero ahora todo el año. El presidente de la entidad deportiva incide en que «en cuanto llueve llegar aquí es una odisea. Es una situación desastrosa. Llevamos años así y no se arregla».

Daños

El turismo se está desestacionalizando en Vigo. La prueba es este soleado puente de San José con varios viajes programados a las islas Cíes. Un grupo de extranjeros se hallaba ayer delante del mostrador de la oficina turística solicitando información sobre la ciudad. Entre los interesados también había españoles como la mallorquina Margot Cristóbal, una usuaria de las avenidas cuando se encuentra en la ciudad.

Todos los días llega gente a Vigo en barco. El taxista Mnauel Blanco acredita el movimiento de pasajeros en el entorno de A laxe. El turismo marítimo está en boga El año pasado el muelle del Náutico recibió 400 embarcaciones y tuvo que ofrecer sus servicios en unas malas condiciones los daños causados por el accidente de O Marisquiño.

«Nadie quiere adelantarse a reparar el muelle hasta que lo diga el juez», se lamenta Rafael Tapias, el presidente de la entidad deportiva y social que está acometiendo una obra de reforma que asciende a 500.000 euros. Esta cantidad se suma a los perjuicios causados por O Marisquiño y que suman 200.000 euros que han sido reclamados en el juzgado. Tapias recalca que a raíz del accidente del festival del pasado verano «nos cerraron el puerto deportivo durante cuatro meses. Teníamos que acceder a los barcos con embarcaciones tipo Zodiac, contratando marineros para llevar a la gente». Añade que hubo que remodelar los accesos a los pantalanes porque antes tenían cuatro entradas y ahora solo cuentan con una, que da servicio a toda la ensenada.