El plan de O Castro prevé la tala de 15 árboles para que se vea la muralla

Begoña Rodríguez Sotelino
Begoña R. Sotelino VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

M.MORALEJO

El Concello ordena ahora cortar una acacia porque estaba en mal estado y con riesgo de caída

15 mar 2019 . Actualizado a las 23:02 h.

El proyecto municipal que tiene como objetivo poner en valor la construcción fortificada que corona el parque urbano de O Castro, uno de los dos grandes pulmones verdes de los que disfruta Vigo, prevé la tala de quince árboles de gran porte. El plan supondrá la puesta en valor de una construcción histórica que perdió su función, o como se justifica en el proyecto: «Al perder la jurisdicción militar perdió su autoridad sobre el paisaje. La ciudad asignó a la zona nuevas funciones y con el paso del tiempo el ocio fue su principal uso. El rotundo éxito social del parque construido en su entorno significó la lenta pero continua pérdida de importancia de las murallas respecto del arbolado».

A pesar del citado éxito social del parque, el Concello quiere dar protagonismo a la edificación militar. Para ello, según se desprende de la documentación oficial, la propuesta opta por reducir masa arbórea.

En el proyecto aparecen detallados el número de ejemplares de gran porte que se van a talar, quince en total, y las especies a las que corresponden. Entre ellos, seis cedros de 17 metros de altura, un falso ciprés, un abeto rojo (Picea abies), un roble rojo americano, tres ciruelos rojos (Prunus cerasifera) y otra acacia negra. Estos árboles están en las inmediaciones de la muralla. El más cercano a medio metro y el más lejano, a tres metros.

Esta semana, los operarios de la concesionaria de Parques y Jardines que se ocupa de este espacio (Agronerga) iniciaron la tala de un ejemplar de acacia negra (Acacia melanoxylon). Aunque el proyecto aprobado en octubre del año pasado en la Junta de Gobierno Local, recoge una acacia, el Concello de Vigo señaló ayer que el ejemplar está seco y con riesgo de caída, por eso se está tirando ahora, como certifica un informe de Parques y Jardines.

El gobierno local precisó ayer que el proyecto para la puesta en valor de la muralla todavía no está licitado «ni decidido». En todo caso, el plan ya redactado prevé la poda de más de medio centenar de árboles que se interponen en la línea visual aunque no estén pegados a la fortificación. El plan lo denomina «segundo nivel de intervención» y especifica estará dirigida «a mejorar las condiciones de visibilidad hacia y desde la fortaleza. En algunos casos reduciendo la altura de copa y en otros reduciendo la densidad del ramaje».

Pero hay un «tercer nivel de intervención» que sugiere actuaciones que «deberían ser adoptadas a medio y largo plazo de reordenación de la masa vegetal con la sustitución paulatina de la plantación por especies mas adecuadas al carácter de este espacio». Según se aclara, el objetivo es el mismo, pero «sin necesidad de producir situaciones de deforestación traumática de las zonas afectadas».

En la argumentación de los nuevos planes para el parque que firman el ingeniero Santiago N. López Fontán y el arquitecto Antonio Iglesias Álvaro-Gracia, echan mano de las palabras de Jaime Garrido, arquitecto e historiador que lleva años difundiendo su opinión sobre el asunto: «La recuperación subsiguiente de la visualización, tanto hacia el exterior como hacia los recintos defensivos, sin impedimento alguno, resulta imprescindible. Se hace necesaria para ello la tala o adecuado podado de arbolado y arbustos que taponan sus murallas e impiden las vistas que desde el primer recinto se deben tener sobre su entorno».

Los autores, sin embargo, reconocen que la fortaleza «está escondida tras un manto verde de importante valor que ha permitido al centro de Vigo disfrutar de casi su único pulmón verde, es un espacio de referencia para la ciudad, y rompe ese carácter duro e industrial de un espacio urbano muy condicionado por la densidad edificada y por la orografía, con escasa dotación de espacios libres y zonas verdes públicas».

Luces LED

El proyecto para revalorizar el antiguo espacio castrense, que ahora presenta un estado deficiente, cuenta con la autorización de Patrimonio Histórico. Fomento aportará 626.000 euros, y la administración local, 209.000 euros. Una de las actuaciones que se contemplan "además de la limpieza y reparación de zonas de la muralla que están en mal estado", será la iluminación nocturna de la muralla. La instalación de alumbrado se ha concebido para un total de 43 luminarias y 13 postes con luminarias de diversos tipos, desde luces de pared y techo destinada al uso de fuentes luminosas de LED, lámparas LED empotrables en pavimento, pared y techo, y proyectores orientables con filtros que cambian de colores.