La ley sepulta la música en directo en Vigo

alejandro martínez VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

XOAN CARLOS GIL

Empresarios de locales confirman su temor: la normativa gallega les impide programar conciertos

13 mar 2019 . Actualizado a las 17:29 h.

Los responsables de los locales de copas que organizan conciertos en directo se plantan contra la Ley de Espectáculos de Galicia. La reciente normativa impulsada por la Xunta les impide seguir desarrollando actuaciones porque exige una serie de requisitos e inversiones en sus locales que son completamente inasumibles para ellos. Por eso piden al Concello que sea flexible en su aplicación, para que la noche de Vigo continúe siendo un referente y no se dinamite una programación cultural que no le cuesta un euro. La situación ya es insostenible y estudian emprender movilizaciones, como concentraciones o recogidas de firmas para hacerse oír.

Denuncian que se les está criminalizando. Agentes de la Policía Local ya han irrumpido en conciertos para asombro del público. Tras recibir denuncias, muchos han optado por suspender sus programaciones. Pierde la ciudad, pierden los músicos que ya no se curten en sus escenarios y se aleja la reedición de una movida como la de los 80.

«La ley va por un camino y el sentido común va por otro. Una ciudad como Vigo parió grupos como Golpes Bajos, Aerolíneas Federales y Los Piratas porque había permisividad y se podía tocar. Los locales somos una escuela alucinante. Ahora se están poniendo cortapisas a las nuevas generaciones musicales», lamenta Armando Gómez Caballero. Es el dueño del pub Galo do Vento, que lleva treinta años promocionando a artistas locales y de donde han salido músicos de la talla de Dani García, Baldomero Martínez y Alberto Gómez. Ahora ya no organiza las jams, y si lo hace son «de forma clandestina y le pido al público que no aplauda, que solo levante los brazos».

«Queremos una normativa que nos permita hacer conciertos, que los locales no tengan miedo de contratar a un artista y que a los diez minutos venga la policía», afirma Miguel Pardellas, de Bonus Track y la agencia de contratación. Recuerda que con un concierto de jazz le entraron seis agentes de los Goa de la Policía Local «y empezaron a hacer fotos a los instrumentos como si fueran droga». Lo peor es la imagen que estas redadas antimusicales causan en sus clientes. «Te dan la sensación de que eres un verdadero delincuente», asegura.

Muchos empresarios, como en la zona de Churruca, ya ni se plantean programar conciertos por miedo a multas.

Oscar Vazquez

«Se está vetando la cultura al público»

 

 

Patricia Moon lamenta que el nuevo marco normativo esté sirviendo para que no se pueda disfrutar de conciertos en locales de la ciudad. Considera se está vetando y cerrando la cultura al público y aminalando el trabajo de los artistas. Espera que el problema que supone para la organización de conciertos en directo se soluciena pronto para frenar este declive. «En Vigo siempre hemos tenido muchos conciertos. Fue la ciudad del rock por excelencia, Tenemos muchas bandas que hacen un gran trabajo «pero se está vetando la música en directo por factores externos». Confía en que al final se busque una solución racional y termine por aprobarse alguna regulación que permita que los músicos vuelvan a salir a tocar a los locales de la ciudad. Más que reformar la ley, cree que habría que cambiarla para que se vuelva a poder hacer música en las salas. «Hace tiempo que no se dan permisos. Los artistas nos vemos fastidiados en esta caso y estamos mucha gente en esta lucha, como es el caso de Miguel Pardellas, que yo creo que habla en boca de todos nosotros», dice. Los empresarios piden una cierta flexibilidad para que no se sitúe al margen de la ley a los locales que organizan música en directo y donde se han curtido algunos de los artistas que hoy en día triunfan en los grandes escenarios.

 

XOAN CARLOS GIL

«No se puede redactar una ley sin saber la realidad de las salas»

 

a.m.

El artista Alberto Cunha cree que debería existir un consenso entre todos los sectores implicados para conseguir una ley acorde con la realidad actual. «No se puede redactar una ley sin conocer la realidad de hoy en día en las salas de concierto. Creo que debería de haber más reuniones para llegar a objetivos comunes», afirma. Sobre las dificultades que plantea la normativa a los hosteleros para organizar conciertos, asegura que «nunca he visto que se haya tenido que suspender ninguno». Sostiene que lo que más les afecta es la cuestión de los horarios, que en el caso de Vigo suelen ser muy elásticos: «Planteas un concierto a las nueve de la noche y luego resulta que no empieza hasta las once». No obstante cree que la normativa debería regular que las salas de concierto cumplan con todos los requisitos. «En Vigo tenemos muy pocas salas con licencia para conciertos. No todo el mundo que los organiza los tiene», afirma. Cunha cree que tendría que existir una normativa que satisfaga tanto a a los hosteleros, como a la Xunta y a los artistas y que, al mismo tiempo, las salas se encuentren reguladas en materias como, por ejemplo, la Seguridad Social.

 

M.MORALEJO

«Esta ley nos perjudica absolutamente»

 

 

Tono Alcalde cree que la Ley de Espectáculos de Galicia está resultando negativa porque si los empresarios no pueden organizar tantos conciertos como antes porque no se ajustan a la normativa, tampoco hay contratos para que los artistas puedan desarrollar su actividad creativa. «Nos está perjudicando absolutamente. A mí no me contrata nadie», afirma. Echa en falta un circuito musical donde los intérpretes desarrollen su talento en la ciudad. Cree que muchas veces el público tampoco está a la altura de las circunstancias. «Vas a tocar a un sitio y algunos espectadores no tienen la educación de apreciar un concierto», lamenta. La solución para muchos artistas es buscarse la vida en otra parte cumpliendo el dicho de que nadie es profesta en su tierra. Concretamente, Tono Alcalde encuentra una buena acogida en Rusia, donde lleva años actuando en importantes salas de concierto y clubes, haciendo de embajador cultural de nuestro país. Próximamente realizará una nueva gira. Ya ha ido en otras 24 ocasiones. «Allí me respetan, me agradecen el trabajo, me envían cartas de agradecimiento». Ya en el 95 se fue a Madrid. Comenzó con el heavy metal e hizo una gira. En Madrid trabajó mucho. Hizo algunos encargos para el cine, incursionó en el flamenco y actuó con orquestas. Después se marchó a Rusia, donde siempre se ha sentido muy bien acogido. Valora mucho la programación de espectáculos que ha conocido en algunas ciudades rusas, abierta tanto a músicos profesionales y aficionados y con salas de concierto que se llenan de público que acude a escucharles. «Llegas aquí y no encuentras una programación que te haga sentir digno de nuestra profesión», asegura. Cree que ley de espectáculos impone muchas limitaciones.