Ellos también fingen

VIGO CIUDAD

gpointstudio

MENTIR EN LA CAMA no es un placer, pero sí habitual en las mujeres y no infrecuente entre los hombres. Más del 20 % de ellos han fingido el orgasmo alguna vez. Tres expertas ofrecen las claves para que una relación sea, de verdad, satisfactoria

09 mar 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El placer femenino siempre ha arrastrado el lastre de la sospecha y el prejuicio. Quizá porque las mujeres reconocen que mienten más que los hombres. Hay cierta honestidad en admitir la mentira. Vamos a contar verdades. A tirar de la manta para aliviarnos de complejos y falsos mitos. La actitud de la mujer está en el punto de mira hasta en la cama, pero ¿y ellos, disfrutan, son emperadores del deseo? Pues... también sacan al actor que llevan dentro a la hora de alcanzar el clímax, según pone de manifiesto una encuesta realizada a más de 1.400 personas por Bijoux Indiscrets, que concluye que el 21,2% de los hombres han fingido el orgasmo alguna vez (les superan ellas, con un 52,1%). Pero más llamativo es el 8,4% de los hombres que fingen sus orgasmos «casi siempre» (casi tantos como mujeres, un 11,8%).

«COITOCENTRISMO»

El placer fingido está más asociado a la mujer, al espasmo peliculero y el timbre agudo. «Ellos también fingen, pero lo tienen más difícil. En un varón, si no hay eyaculación, es fácil detectar el engaño», afirma Aránzazu García, sexóloga de la Clínica Vida, de Vigo. ¿En el caso de ellos, puede haber orgasmo sin eyaculación? «Hay casos de eyaculación retrógrada, pero son raros, no lo frecuente», aclara la terapeuta de parejas, preocupada por el influjo del porno en las relaciones, pues modela una expectativa «alejada de lo real, difícil o incluso imposible de cumplir. No hay que olvidar que los actores porno toman Viagra para aguantar las tomas». «Yo lo que veo en consulta son casos de hombres que ocultan, que tratan de esconder que no consiguen una erección para satisfacer a sus parejas. Si les pregunto: ‘¿Por qué no vienes a la consulta acompañado?’, responden que no quieren que sus parejas lo sepan», desvela Aránzazu García.

¿El macho Alfa es el modelo que manda aún en el imaginario más íntimo? «Sí, parece que el hombre tiene que estar siempre deseando, que si no lo está no es varón. Y es una losa agobiante. Son creencias sociales inconscientes, y más duras con los hombres que con las mujeres», dice.

Lo que se espera de ellos y de ellas es aún desigual, pero la expectativa poco coincidente en ambos casos con la realidad de las relaciones satisfactorias y lo que de verdad nos gusta. «Al hombre se le permite, pero también se le exige ser deseante», concuerda Martina González Veiga, sexóloga que dirige Con Mucho Gusto, en Santiago, quien advierte que en los estereotipos que inhiben el disfrute subyace «una mala educación», la que hace que la sexualidad de los hombres gire en torno a su pene. «Nos enseñan que el sexo empieza con la erección y termina con su eyaculación, y esto, que no es cierto, lleva a los hombres a vivir una sexualidad centrada en el rendimiento, como si se tratase de una competición; a una sexualidad centrada en el pene y desconectada de las emociones, del juego y de la comunicación», expone quien se pasa «día sí y día también en consulta desmontando el coitocentrismo y los estereotipos de lo que se espera de un hombre y una mujer en la cama». «Por lo que veo en consulta, en general los hombres tienen más facilidad para experimentar placer genital, pero hay tanta presión sobre el pene que a veces me parece un milagro que tengan erecciones con tanto agobio por esto del rendimiento».

¿Nos acostamos sobre un colchón de roles sexistas? «Digamos que la educación sexista y machista nos limita el placer», afirma Martina González, quien recuerda que, en todo caso, el órgano sexual más importante está entre las dos orejas... ;-)

CADA 8 MINUTOS 

La mujer buena que se hace al molde, espera y complace, «para no herir el orgullo masculino. Y a los hombres se les dice que deben leernos la mente, saberlo todo sobre el sexo y desearnos mucho», evidencia el lastre.

Según un estudio, contamos una mentira cada 8 minutos, así que alguna nos pilla en la cama fijo... La mentira es femenina en género, pero común a los dos sexos. «Todos somos mentirosos. Hombres y mujeres, todos», aporta con humor Nayara Malnero, sex coach y autora del canal Sexperimentando, que advierte de que la mente puede jugar un papel decisivo en la disfunción eréctil, donde la pareja es esencial. «Una actitud de reproches y exigencias con el que tiene el problema hará que todo vaya peor. Una comprensiva ayudará a que la situación mejore», asegura.

«Mentimos porque no sabemos comunicarnos, así que solo nos queda fingir y montar el paripé. Pero fingir no vale de nada, solo para hacerle creer al otro que lo está haciendo bien y lo repita», apunta Malnero.

¿Cómo nos lo montamos mejor en la cama? La primera clave, dicen las sexólogas, es comunicarse. «Pedir y preguntar, y la cosa será mucho más fácil», guía Nayara Malnero.

Hay todo un camino placentero que no siempre lleva al orgasmo. Así que olvida la meta y haz sitio a la sorpresa. Relájate y disfruta, que, como dice Martina González Veiga, el relax es el mejor afrodisíaco.