El tsunami violeta sacude la desigualdad en Vigo

Luis Carlos Llera Llorente
Luis Carlos Llera VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Más de 65.000 personas participan en una jornada histórica para reivindicar los derechos de la mujer. El paro femenino alcanzó el 90 % en algunas empresas de la comarca

09 mar 2019 . Actualizado a las 22:30 h.

Más de 65.000 personas, según la Policía Nacional, se han lanzado a la calle en Vigo para participar en la jornada reivindicativa del 8-M por la igualdad real y los derechos de la mujer. La mayoría lo han hecho en la convocatoria unitaria que descendió al anochecer de la Praza de España a la Porta do Sol y que ha aglutinado a todos los colectivos y a los trabajadores que habían finalizado su jornada laboral. La marea violeta (el color feminista mandó en las prendas) de las movilizaciones matinales se convirtió en un un auténtico tsunami por la tarde. La protesta, al ritmo de la batucada y de los cánticos, se llenó de música, diversión y bailes. Fue una jornada con un tono de lucha y también de diversión y camaradería, compartiendo sentimientos y problemas.

Hombres como José Guillerme iban también maquillados con símbolos feministas. El joven aseguraba que lo hacía porque había acudido a la manifestación a «apoyar a mis compañeras de clase». Los párkings del centro colgaron el cartel de completo por la afluencia masiva de manifestantes y Vitrasa colocó eslóganes en sus vehículos con el lema Vigo en fiminino. El 8M también se dejó notar en el transporte público.

Las manifestaciones coparon el centro de la ciudad y obligaron al corte de varias arterias provocando ligeras dificultades en la circulación. «Creímos que iban a ser marchas más ordenadas, pero no ha sido así», pusieron de relieve fuentes policiales que destacaron que hubo algunas manifestantes que por la mañana cambiaron su recorrido, ya que iban a terminar en dos puntos diferentes, la Porta do Sol y la Praza da Estrella.

La secretaria general de Comisiones Obreras de Vigo, Amelia Pérez, destacó el éxito de la jornada y puso de relieve que «tiene que haber un cambio educacional. En las movilizaciones participan hombres y mujeres porque tiene que ser así para conseguir la igualdad real». Y en efecto, numerosos sindicalistas y políticos como el alcalde de Vigo, Abel Caballero, y la presidenta de la Diputación, Carmula Silva, estuvieron apoyando la histórica jornada.

Por la mañana hubo tres movilizaciones. Una fue capitaneada por la CIG, la más numerosa, con 5.000 asistentes, según la Policía Local. Otra concentración se produjo delante del Marco, en la que destacaban las banderas de la CGT pero que contó con una participación ciudadana muy plural, especialmente los estudiantes y que tuvo 2.000 participantes, según la policía. A la tercera manifestación, convocada por CC.OO. y UGT y que bajó Urzaiz, asistieron unas 2.000 personas. La huelga se dejó notar sobre todo en los centros públicos, pero también en numerosas empresas de la comarca.

La CIG destacó el amplio seguimiento de la jornada de huelga en muchas empresas del área y puso como ejemplos a Denso, Plastic Omnium, Copo o Domiberica y Alonard, donde el paro fue del 90 %, según el sindicato nacionalista. En cambio, en otras compañías tuvo poca repercusión. «Debo ser la única de mi empresa que ha hecho huelga», señaló una cualificada trabajadora del distrito financiero de Vigo.

Ángeles Arias, responsable de Igualdad de UGT, puso de relieve que el seguimiento en algunos centros de la enseñanza pública fue de un 90 %. En los recorridos participaron numerosos profesores y alumnos, como Tamara Pedrosa, que aseguraba que en la enseñanza infantil primaria, en la que la mayoría de los docentes son mujeres, «no se llega al salario mínimo».

La CIG criticó que algunas empresas, como el Hospital Povisa intentaron boicotear la huelga negándose a hacer públicos los servicios mínimos.

La incidencia de la huelga en la administración autonómica fue del 13,17 % en la ciudad de Vigo y en el resto de la provincia de Pontevedra.