Cuatro meses de cárcel para un armador por traer 150.000 euros ocultos a Vigo

e. v. p. VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

M.MORALEJO

Los aduaneros descubrieron más de medio millón en cuatro escondites del barco

26 feb 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El armador de Ribeira Andrés G. G. aceptó ayer en Vigo cuatro meses de cárcel como autor de un delito de contrabando de capitales. Admitió que trajo ocultos a Vigo 150.000 euros en un barco procedente de Ecuador. Fue multado con 37.500 euros (la cuarta parte del dinero escondido) y perderá toda la suma requisada.

En el buque, procedente de Ecuador y que iba a ser reparado en Vigo, los aduaneros descubrieron 541.000 euros en cuatro escondites distintos: en un maletín del contramaestre, bajo un asiento del puente de mando y en dos mochilas, una de ellas en el camarote del capitán. La vista por conformidad se celebró ayer en el Juzgado de lo Penal número 3 de Vigo. La pena de cárcel quedará suspendida durante 2 años a condición de que no delinca. El acusado se comprometió a ello: «En 70 años no he cometido ningún delito».

Los hechos se remontan al 17 de mayo del 2017, cuando un buque pesquero de bandera ecuatoriana, y con base en el puerto sudamericano de Manta, entró en la ría de Vigo para ser reparado en unos astilleros. Estaba previsto que al día siguiente subiesen a bordo agentes de Aduanas.

Sin embargo, los inspectores fueron ese mismo día a supervisar el equipaje de la tripulación cuando desembarcaba y, antes de empezar, encontraron un envoltorio de tela con dos tacos de 500 billetes de 50 euros (en total, 50.000 euros). El dinero estaba oculto en el bolsillo de un maletín de un ordenador que portaba el contramaestre del pesquero.

Dinero bajo un asiento

Los aduaneros preguntaron si había más dinero en el buque y el armador, Andrés G., socio mayoritario de la armadora del buque, confesó que sí. Los condujo al puente de mando, donde los inspectores encontraron ocultos 150.000 euros bajo un asiento. También encontraron más dinero dentro de una mochila en el puente de mando y en el interior de otra mochila en el camarote del capitán. En total, los aduaneros sumaron 541.035 euros, pero a la Fiscalía solo le consta que había 150.000 euros realmente escondidos en un compartimento oculto. La causa contra el capitán del buque quedó archivada porque la Fiscalía no vio acreditado que estuviese compinchado.