Una administrativa del Hospital Xeral alega que tenía permiso y que la joven sufría maltratos, trastornos alimentarios y consumía cocaína
09 feb 2019 . Actualizado a las 05:00 h.La administrativa de admisiones del Sergas M.J.O.A. compareció ayer en un juicio en la Audiencia de Vigo por, supuestamente, acceder 101 veces al expediente médico electrónico de su hija sin su consentimiento para fisgar en sus dolencias y tratamientos entre el 2012 y 2014. Admitió que consultó esos informes de salud, pero «solo cuando ella me lo pedía». Estaba «preocupada» porque sospechaba que su hija era maltratada y manipulada por su pareja y que consumía cocaína. Quiso darle «apoyo». «Mi hija psicológicamente no está bien, fue maltratada, su aspecto físico era malo y está manipulada», afirmó en el juicio, que seguirá otro día.
Por contra, la hija replicó que se sentía controlada. En el 2012 se fue a vivir a Canarias y no le dirigía la palabra a su madre ni hablaba con más allegados. Al consultar su expediente, vio «cosas raras», como anotaciones al margen «con la letra de mi madre» y le faltaba documentación. Si volvía a Vigo y pasaba por el hospital o por la calle, su madre la increpaba. Su progenitora no podía conocer sus trastornos alimentarios: «No hablo de nadie sobre mi salud y menos con ella». Negó ser maltratada y culpa a su madre de la denuncia. «Sufrí ansiedad por las filtraciones, me hizo un daño incuantificable», dijo.
La hija, como acusación particular, reclama, al igual que el fiscal, cuatro años de cárcel y multa de 7.200 euros por el delito de revelación de secretos por funcionario público. Pide, a mayores, 15.000 euros de indemnización y 12 años de inhabilitación para el oficio. La culpa de agravarle una disarmonía afectiva desde la infancia por la relación madre-hija.