Cultivo in vitro para mejorar la uva mencía

María Jesús Fuente Decimavilla
MARÍA JESÚS FUENTE VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

cedida

Una técnica de laboratorio permite obtener nuevas plantas de forma muy rápida y en poco espacio

04 feb 2019 . Actualizado a las 11:53 h.

Nadie diría que detrás de una copa de mencía hay mucho más que racimos de uva tinta y, menos aún, que se esconden técnicas de la llamada biotecnología vegetal para la mejora de las plantas. El investigador de la Universidad de Vigo Óscar Martínez Troncoso ha dedicado su tesis doctoral a la embriogénesis somática, una herramienta básica para asegurar el futuro de la industria vitivinícola.

A pesar de la buena salud del sector, aspectos como el cambio climático o las plagas hacen que los métodos tradicionales de cruzar plantas para su mejora o para lograr un valor añadido se hayan quedado obsoletos y requieran del laboratorio. «Todos los alimentos son producto de la mejora genética por métodos tradicionales durante cientos de años. Se parece poco un tomate original al de ahora, el maíz, la vid... Elegí la vid por la importancia económica que tiene y, en concreto, mencía, por un concepto de proximidad; buscamos la complicidad de sectores cercanos, repercutir en la sociedad gallega», explica el científico ponteareano.

Una de las diferencias entre la mejora tradicional y la investigada por Óscar Martínez en su tesis es la rapidez en la obtención de nuevas plantas. Con el método de toda la vida basado en los cruces se obtienen semillas que requieren siembra y esperar a que crezcan. Esa espera puede ser de años hasta que sean adultas, de ahí que los cruces resulten ineficaces.

«La embriogénesis somática, herramienta en la que centro la tesis y que consiste en la obtención de nuevas plantas a partir de otros tejidos vegetales, no solo permite obtener esas nuevas plantas de forma muy rápida, sino también en poco espacio. Son plantas miniaturizadas que hacemos en el laboratorio con cultivo in vitro, podemos duplicar el número en poco tiempo. Imaginemos que un viticultor encuentra una mutación interesante en una planta que quiere reproducir. Tardaría años, mientras que con la embriogénesis somática puede tener miles en poco tiempo», apunta. Este fin propagativo resulta un gran avance desde el punto de vista económico al suponer poco tiempo y escasos recursos.

La influencia del cambio climático sobre los viñedos obliga a plantarlos más altos y a obtener plantas que puedan seguir creciendo en condiciones nuevas, de ahí también la importancia de esta técnica, igual que la tiene a la hora de combatir las plagas. «Si obtenemos plantas más resistentes a los insectos no se tendrán que usar tantos productos fitosanitarios y su repercusión será menor», indica el investigador.

Como ejemplo cita el caso del resveratrol, molécula presente en la uva tinta, que entre otras propiedades se asocia a tratamientos anticancerígenos. «Es relativamente sencillo cambiar un cultivar para tomar más cantidad de resveratrol», apunta. Advierte que su tesis es ciencia básica y que la embriogénesis somática tiene muchos potenciales, aunque no se conocen bien. Se trata de avanzar en su conocimiento, ya que está seguro de su relevancia al tener muchas aplicaciones.

La tesis fue dirigida por los profesores Manuel Rey y María Victoria González en la Facultad de Biología del campus vigués. El área de Fisiología Vegetal de la Universidad viene trabajando desde hace tiempo en la aplicación de diferentes técnicas, entre ellas la embriogénesis somática, considerada una de las aplicaciones biotecnológicas más potentes. Pese a que los primeros estudios en la vid se iniciaron a finales de los setenta, poco se conoce de los mecanismos fisiológicos y moleculares que la regulan, de ahí la importancia de tesis como la de Óscar Martínez.