El juez valida que Galaria no haga en exclusiva todas las resonancias de Vigo

Ángel Paniagua Pérez
Ángel Paniagua VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

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Tumba la demanda de los radiólogos de la empresa pública, que querían conservar la técnica y que no la organizase el Chuvi

31 ene 2019 . Actualizado a las 13:36 h.

La guerra de la radiología de Vigo ha acabado en los tribunales y, de momento, los tribunales dan la razón al Servizo Galego de Saúde. El Sergas puede organizar la prestación de las resonancias como considere conveniente, según la sentencia dictada por el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 1 de Vigo. Es algo que estaba en cuestión, ya que tres radiólogos de la empresa pública Galaria habían demandado al Sergas para que el Complejo Hospitalario Universitario de Vigo no organizase su trabajo y, por tanto, la prestación de resonancias magnéticas a los pacientes de Vigo y su área.

El conflicto es antiguo pero se recrudeció en los últimos meses. Desde hace dos décadas, las resonancias de Vigo las hace una empresa pública, que antes se llamaba Medtec, ahora es Galaria y la dirige la exconselleira Rocío Mosquera. Esta sociedad le vende al hospital las pruebas que hace dentro de sus instalaciones -unos 3 millones de euros al año-. El resto de técnicas las hace el servicio de radiología del Chuvi. No hay ningún otro sitio en Galicia con dos servicios de rayos. Como resultado, en Vigo se hacen el doble de resonancias que en otras áreas de población similar, como A Coruña o Santiago.

En mayo del 2016, el Sergas acordó la llamada integración funcional de los dos servicios, que consistía en que ambos se coordinasen e hiciesen todas las pruebas. En febrero del año pasado, el jefe de servicio de radiología del hospital empezó a organizar las agendas de las resonancias tacs para hacer efectiva esa integración. Los radiólogos de Galaria recurrieron ante la dirección del hospital para que dejase de organizar su trabajo y advirtieron de que irían a los tribunales si se mantenía la «intromisión en la autonomía de gestión». Galaria incluso dejó sin atender a pacientes con tacs programados. El recurso lo firmaron siete radiólogos, entre ellos la jefa de la unidad de Galaria. Al juzgado fueron tres.

En su sentencia, el juez considera que el Sergas puede organizar la prestación del servicio de resonancia como quiera porque Galaria es un instrumento del Sergas, que no tiene autonomía de este. Además, capacita al jefe de servicio a organizar las agendas de pruebas, ya que el jefe también dirige el área de servicio compartido creada entre las dos estructuras.

Los radiólogos de Galaria pueden apelar la sentencia, aunque en este caso el juez también les ha condenado a pagar las costas del proceso.

Lo hagan o no, la sentencia da alas al proceso de integración de la resonancia. El plan redactado por el Sergas preserva el 65 % de las resonancias de Vigo a Galaria y solo deja el otro 35 % al hospital. Los radiólogos del Chuvi ya han manifestado que quieren una integración total, para que todos ellos puedan hacer la prueba que consideren más pertinente. La dirección del Chuvi es favorable a la integración, mientras que la de Galaria prefiere mantener las cosas como están.