Las contratas de Vulcano abandonan el astillero a la espera de poder cobrar

Luis Carlos Llera Llorente
Luis Carlos LLera VIGO/ LA VOZ

VIGO CIUDAD

Oscar Vázquez

El armador urge al Banco de Santander a que financie la terminación del ferri

10 ene 2019 . Actualizado a las 11:38 h.

Las empresas subcontratadas por el astillero Vulcano para terminar el trabajo de construcción del ferri que ejecutan para naviera Armas han abandonado el barco a la espera de poder cobrar.

En estos momentos solo están trabajando en la factoría los empleados directos del astillero, apenas 70 personas, incluyendo a personal técnico y vigilantes. Los obreros pueden hacer poco porque lo que queda son tareas encomendadas a empresas foráneas que son auxiliares del sector naval. Para finalizar el buque restan trabajos de pintura y de instalaciones eléctricas. Estas tareas se complicaron porque el destino del barco varió. Al principio iba a surcar los mares del norte de Europa y luego fue adquirido por Trasmediterránea, empresa que pertenece al grupo Armas. La naviera quiere que el buque preste servicio en el estrecho de Gibraltar donde cruzaría el mar para transportar a viajeros y vehículos entre ambos lados de las columnas de Hércules.

La casa armadora, Naviera Armas, ha dado un plazo de quince o veinte días para que se despeje definitivamente la situación. Si no ocurre, el astillero podría entrar en liquidación. Por ahora «no existe respuesta oficial» del Banco de Santander, que es la entidad que financia la construcción del buque, señalan desde el comité de empresa.

Ante esta situación, los trabajadores del astillero están muy preocupados. «Llevamos cuatro nóminas sin cobrar y cuando entramos en casa hay tensiones con la familia por la situación que estamos atravesando», explica Nicolás Sangabriel, presidente del comité de empresa. Sangabriel señala que «parece que en el banco se están pensando demasiado las cosas». El presidente del comité sabe que la armadora está negociando con el Banco de Santander pero quiere que estas conversaciones se hagan extensivas a todos los que están involucrados en el proyecto. Por eso dice que «estamos intentando tener una nueva reunión con la Xunta y con todas las partes implicadas».

Mientras tanto, los empleados de la factoría naval siguen acudiendo a sus puestos de trabajo aunque muchas de las tareas pendientes no las pueden ejecutar porque son cuestiones especializadas que están llevando a cabo otros. Los empleados, aunque están sin cobrar, van a la factoría porque si no acudiesen podrían ser acusados de abandono del puesto de trabajo, lo que les acarrearía problemas de sanciones y posibles despidos.

«Nosotros nos fuimos el 21 de diciembre y todas las contratas se han ido marchando», señala José Domínguez, de pinturas Reza. Esta empresa francesa es la que está acometiendo el pintado del buque de pasajeros que se construye en la factoría de Teis.

El astillero adeuda unos diez millones de euros a las contratas y proveedores. Uno de los que tiene más dinero pendiente de cobro es esta empresa de pinturas. El pintado de un barco es una tarea laboriosa ya que la superficie es enorme y se trata de un elemento sometido a la corrosión, por lo que requiere de mucha protección antioxidante. «Llegamos a ser cien pintores trabajando en el astillero, pero como dejaron de pagarnos fuimos reduciendo la plantilla hasta quedar unas siete personas justo antes de las Navidades», explica Domínguez. El encargado de esta compañía relata: «A nosotros nos deben un millón de euros, somos de los que más nos deben», explica Domínguez. La empresa francesa ha contraído también deudas con sus proveedores ante los impagos de Vulcano y por eso han decidido a no seguir trabajando hasta que les paguen. Afortunadamente para ellos, Reza mantiene otros trabajos en distintas ciudades de Francia y España, donde se encuentra con tareas en ejecución en Vitoria, Barcelona y Algeciras.

Reza estima en dos meses o dos meses y medio lo que falta por pintar en el barco. Aunque la parte exterior ya se hizo quedan muchas zonas del interior que están sin rematar.

La naviera tenía previsto poner en servicio el ferri el próximo verano para la operación de paso del Estrecho. Tiene capacidad para 1.200 pasajeros y 700 vehículos. Su coste ronda los 180 millones de euros.

Los trabajadores quieren tener otra reunión con la Xunta para despejar su futuro