Sopas y mantas para los sintecho

a. martínez / m. j. fuente VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

M. MORALEJO

El Concello de Vigo ha activado un plan contra el frío para atender a las personas que se niegan a dormir en el albergue pese a tener plaza

05 ene 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El portavoz de la acampada de la Praza do Rei reclamó el jueves por registro un plan contra el frío que no ponga en riesgo la salud de las personas que duermen en la calle. El alcalde, Abel Caballero, salió ayer al paso y manifestó que hay uno en marcha y que, además, se va reforzar ante la fuerte bajada de las temperaturas prevista para los próximos días.

Este dispositivo está formado por un técnico de inserción y un educador social, que trabajan en coordinación con el albergue municipal y con la Policía Local. El regidor explicó ayer que ofrecen bebidas calientes, sopas, llevan mantas, sacos de dormir e informan a los indigentes de que tienen el albergue a su disposición. Hacen rondas tres veces al día por los lugares que frecuentan los indigentes. Ocurre que hay personas que, pudiéndolo hacer, rehúsan acudir al albergue municipal, que tiene unas normas de obligado cumplimiento para todos los beneficiarios. «La policía sabe quiénes son y dónde están y les hacen seguimiento», explicó Caballero.

Los casos más graves los derivan al albergue de Marqués de Valterra y, si no hubiera plazas, se les ofrece un lugar donde dormir en el de los Hermanos Misioneros de los Enfermos Pobres de Teis. El Concello también paga eventualmente pensiones a personas que viven en la calle durante las noches más gélidas.

Colectivos sociales, como Os Ninguéns y la Red de Solidaridad Popular, que han solicitado en reiteradas ocasiones que se elimine el límite de diez días seguidos de permanencia en los albergues, reiteran esta petición, máxime con las temperaturas actuales, para evitar que las personas sin techo duerman al raso como está sucediendo.

Solo en lo que va de año han quedado fuera del albergue municipal 27 personas, según reflejan los escritos entregados en el registro municipal por la acampada. Anteayer mismo fueron seis, una mujer y cinco hombres, mientras que otros tres pernoctaban en los vestíbulos de cajeros de O Calvario.

Sin embargo, ayer había plazas libres en el albergue de los Hermanos Misioneros de los Enfermos Pobres de Teis. La lejanía de estas dependencias y el hecho de no tener dinero para pagar el autobús hace que muchos sintecho opten por dormir en los portales o en la acampada antes que tener que cargar con todas las pertenencias a cuestas y caminar durante casi seis kilómetros. A este impedimento se suma tener que entrar a las cinco de la tarde y no haber consumido alcohol o drogas. Igual que sucede en las instalaciones municipales, también en estas hay un límite de permanencia de diez días. Transcurrido un mes se puede regresar por otro período de diez días.