Ahora crece Vigo y no el área metropolitana

Jorge Lamas Dono
jorge lamas VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

M.MORALEJO

El INE confirma un cambio de tendencia demográfica, de la que solo se salvan O Val Miñor y A Louriña

05 ene 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El Instituto Nacional de Estadística (INE) confirma el cambio de tendencia. Vigo vuelve a crecer demográficamente, aunque su incremento de población no arrastra al conjunto del área metropolitana. La revisión del padrón municipal a día 1 de enero del 2019 desvela que la ciudad ganó el pasado año 656 habitantes, situándose en total en 293.642.

La cifra es bastante inferior a la del 2012, cuando Vigo alcanzó los 297.355 residentes, muy cerca de cumplir ese reto jamás alcanzado de los 300.000. Esa línea ascendente se quebró debido al gran impacto ejercido sobre el municipio por la crisis económica. Aquella inestabilidad frenó la llegada de inmigrantes, un factor muy importante en el crecimiento de la ciudad durante la primera década del siglo. Y otra de las cuestiones influyentes en el decrecimiento humano de Vigo fue la mejora de las comunicaciones con los municipios vecinos y las dificultades urbanísticas creadas en los últimos años, principalmente debidas a la anulación del Plan Xeral. No fueron pocas personas las que optaron por una vivienda más barata en ayuntamientos cercanos.

Ese conjunto de factores desembocó en un descenso poblacional en Vigo que fue parejo al aumento demográfico en práctiamente todos los municipios de su área de influencia. Ahora, se han vuelto las tornas: el conjunto del área metropolitana, sin contar la ciudad, registra un descenso de 442 personas respecto al mismo censo del pasado año. Baja de un total de 279.073 habitantes a los 278.631 actuales.

Sin embargo, no todos los ayuntamientos del área de influencia viguesa se comportan uniformemente. Por comarcas, la de A Louriña sigue funcionando como pulmón industrial al abrigo de sus polígonos y es la que presenta un mejor balance. O Porriño sigue creciendo demográficamente y ganó durante el pasado año 140 habitantes. Salceda de Caselas es otro de los ayuntamientos que mantienen una línea ascendente, ya que incorporó 129 personas más a sus estadísticas, situándose en los 9.146 habitantes. Y Mos también gana 10 vecinos y se sitúa en los 15.142.

O Val Miñor es la otra comarca que se salva de la quema. El tercer municipio del área viguesa con una mayor subida es Nigrán, que tiene 101 nuevos habitantes, lo que le permite llegar a los 17.723. El tirón del parque empresarial de Porto do Molle tras la crisis, al igual que ocurre en O Porriño, podría ser la explicación más plausible. Gondomar sube muy poco con 3 vecinos más y Baiona, por contra, pierde 35.

Redondela está en el extremo negativo de la balanza, pues sufre el mayor descenso en todo el área metropolitana. La villa de los viaductos perdió 198 personas durante el pasado año, aunque sigue siendo la segunda población más importante de la zona. Tomiño tampoco va bien: es el segundo municipio que más vecinos ha perdido en el 2018. El ayuntamiento miñoto vio reducida su población en 121 personas.

Hay una serie de municipios que apenas notaron variaciones demográficas durante el último año. En este bloque se pueden destacar, además del mencionado de Gondomar, los ayuntamientos de Cangas, que tan solo perdió tres habitantes; Moaña, con nueve vecinos más; y Mondariz-Balneario, que pierde nueve y se queda en las 618 personas. Este es el ayuntamiento con menor población, aunque también el más pequeño en tamaño.

El cambio de tendencia que apunta el INE desde el estallido de la crisis económica también tiene que ver con una mayor afluencia de población inmigrante, una situación ya vivida en la zona antes del inicio de la crisis. Vigo lleva dos años ganando población extranjera. Esta llegada se concentra en las zonas que pueden ofrecer más oportunidad. Asimismo, los ayuntamientos más alejados de la costa y de los puntos importantes de producción continúan perdiendo habitantes, como son los casos de Covelo, A Cañiza, Crecente, Arbo y As Neves.