«Cada 15 días se rompen tuberías que inundan garajes y nadie nos ayuda»

J.R. VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

XOAN CARLOS GIL

Vecinos de ocho portales en la calle San José acusan al Concello de abandonarlos

04 ene 2019 . Actualizado a las 17:38 h.

Las calles Couto San Honorato y Padre Sarmiento no figuran en el plan de humanizaciones publicitado a los cuatro vientos, desde hace años, por las arcas municipales. Ni cañerías nuevas para pluviales ni fecales, mucho menos jardineras. Por no hablar de aceras lustrosas y anchas o de luminarias a estrenar. Lo que sí hay, pero cayéndose a trozos, son tuberías de uralita. Los que más sufren la precariedad en la red son los garajes de la calle anexa, San José, que acumulan unas dos inundaciones al año provocadas por las roturas en Couto San Honorato y Padre Sarmiento. «Una media de cuatro al año», explica Manuel Monteagudo, afectado e indignado por la falta de respuesta de la concesionaria, Aqualia, y del Concello. «No viene ni la Policía Local para no levantar acta», sentencia.

El día de Navidad fue el último episodio. Pasadas las siete de la tarde volvió a reventar una tubería grande y ya se armó el belén. El garaje, con cerca de 80 plazas, que da servicio a los portales 57, 59, 61, 63, 65 y 67, se vio afectado nuevamente. Lo mismo ocurre en el garaje de los portales 79, 81 y 83. «Estamos así desde hace años pero sin respuesta. Solo este año llevamos cuatro tuberías, que implicaron dos inundaciones en garajes. Así no podemos seguir, además de por el perjuicio que supone para nuestra vida con normalidad». Manuel hace referencia a la poca presión que tienen en sus domicilios al abrir los grifos.

XOAN CARLOS GIL

«Hasta nos dijeron los operarios que vienen por aquí a parchear las tuberías que la misma Aqualia no facilita mucha presión a esta zona concreta a sabiendas de que las tuberías no resisten», añade Manuel, cansado de darse de bruces, junto a sus vecinos y también afectados, con la burocracia municipal desde hace años. «Además de la poca presión, que tiene delito, ya que aquí pagamos lo mismo que el resto de vecinos de Vigo pero con un servicio mucho peor, nos encontramos con el garaje inundado un día sí y otro también».

El gran perjuicio, más allá de achicar el agua acumulada y que llega al aparcamiento por agujeros que hay en las paredes para evitar bolsas de agua, es la capa de fango que se acumula y que, hoy, parece ser que limpiará Aqualia. «Alguien se cree que una empresa que gana tantos millones se molestaría en limpiar estos garajes de no ser conscientes del mal estado de las tuberías. Pues dijeron que vienen mañana, a ver... yo ya no creo nada de esta gente que nos tiene abandonados». Los enseres guardados en las bodegas de los garajes, documentos y mobiliario principalmente, acumulan el grueso de los daños causados por el agua. «Los vecinos están dando parte a los seguros para que se sepa y les den alguna contraprestación. Lo que resulta una vergüenza es que entre tanto gasto de luces existan vecinos que aún viven en el siglo XIX en el centro de la primera ciudad de Vigo. No es todo oro lo que reluce».