Un fondo de armario muy juvenil

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Baloncesto | LF2 Tres júnior ya jugaron con el Celta esta temporada

21 dic 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Si en algún club no se duda de la apuesta por la cantera ese es el Celta de baloncesto femenino. Desde siempre han ido subiendo jugadoras jóvenes para tener protagonismo y minutos importantes en el primer equipo. Esta campaña, en la que el equipo marcha líder invicto de la Liga Femenina 2, no iba ser una excepción. Muy al contrario, cuando llegaron las lesiones el club solo miró para sus adentros, no para fuera, y desde la base Cristina Cantero ya ha hecho debutar a tres jugadores con fecha de nacimiento en el tercer milenio: la ala-pívot Cristina Freire (Vigo, 2001), la escolta Lucia Fontela (Vigo, 2002) y la alero Sara Vidal (Vigo, 2002). «Ellas se lo han trabajado -comenta la entrenadora-. Si dispones de cantera una de las ventajas es que si tienes lesiones o situaciones de crisis tienes de donde tirar».

Las tres tienen un mundo por recorrer, pero en el club saben bien de sus virtudes. Cantero habla de Cristina Freire como «una trabajadora silenciosa con muchísima calidad» que tiene que aprender a vivir con su físico dentro de la zona. «Si midiera un poco más el trabajo le luciría mucho más, pero seguro que acaba desarrollando otras capacidades a nivel de tiro y de espacios para paliar su estatura porque tiene mucho talento».

A nivel de físico todo lo contrario sucede con Lucía Fontela «que tiene un físico privilegiado y una capacidad defensiva increíble», aspectos que llevan al cuerpo técnico a pensar que será la primera de las tres que puede tener un sitio en la plantilla sénior. Pero al mismo tiempo a esta viguesa todavía le quedan tareas pendientes: «A nivel ofensivo es donde tiene que seguir mejorando. También su cabeza a nivel de control emocional, control de situaciones y control anímico». Su entrenadora dice que hay que tener paciencia y que «se debe hinchar a jugar en el júnior», para que la escolta pueda demostrar todo su potencial.

Sara Vidal es la última en llegar y su debut significó que el Celta ya haya contado en su historia en LF 2 con 23 jugadoras con edad júnior. Sara acaba de salir de una lesión del ligamento cruzado que padeció el curso pasado y eso lo hace todo más difícil. «Hizo la pretemporada con nosotros hace dos años antes de romperse y este año decidimos que no para darle un poco más de tiempo, que lo necesitaba, es una jugadora que puede ser un tres, que tiene mucho talento y que debe recuperar la confianza en sí misma que perdió durante la lesión. Tiene buen físico para ser una alero, es una jugadora muy interesante a la que le tenemos que dar ese punto de margen para que vuelva a ser ella misma en todas las facetas», sentencia la entrenadora.

Cristina reconoce el trabajo que llevan encima las tres: «Es costoso estar en liga sénior, a nivel de entrenos, hacer el bachiller, y rodarse con el júnior. Es bastante esfuerzo para ellas y la verdad es que yo valoro mucho eso». Como premio, ven la posibilidad de alcanzar el primer equipo porque la filosofía del club es solamente buscar fuera lo que no dé fabricado su cantera.

A las tres se le puede unir una cuarta, Raquel Carrera, pero el caso de la ourensana es muy diferente. Está consolidada en el primer equipo y su futuro parece en un grande en un plazo corto.

«Aunque sea para dar botellas», comentan las jugadoras, que se sienten muy arropadas

Cristina Freire, la ala-pívot, fue la primera en debutar. Lo hizo la temporada pasada ante el Universidad de Oviedo. «Las sénior me arroparon mucho, fue el primer viaje que hacía lejos con el equipo y fue genial», recordó a los medios del club, en donde también comentó un chascarrillo: «Cristina me dijo que no la liase mucho que iba a debutar. Fue absolutamente genial ese momento en Oviedo».

El segundo debut fue el de Lucía Fontela. A la escolta no le cogió de sorpresa porque ya había hecho la pretemporada con el primer equipo y disputado algunos minutos en la Copa Galicia, pero lo que no se esperaba era formar parte del quinteto titular: «Al comienzo del calentamiento Cantero me dijo que iba a ser titular, me sorprendió un montón porque no me lo esperaba, puse cara de susto y me preguntó si pasaba algo y le comenté que estaba un poco nerviosa (...), pero todo salió bien. Sentí mucha alegría y mucho orgullo en ese momento».

Sara Vidal fue la última en saludar la LF 2 dentro de la cancha, contra el Siglo XXI. «Como eran jugadoras de nuestra edad -dice- pensé que igual me caían unos minutillos al final y de repente en el segundo cuarto Cantero me dijo: ‘Venga Sara, pide el cambio’. Yo pensaba que se estaba equivocando de jugadora». Era su segunda convocatoria.

Las tres asumen que su rol en el primer equipo es ayudar y aportar su granito de arena. «Aunque solo sea para dar botellas, ya nos llega ayudar», pone como ejemplo Cristina Freire en los medio del club.

Las lesiones de Ello Edeferioka y Ainhoa Lacorzana les han abierto una ventana que les puede dar minutos y experiencias de cara al futuro.