Jorge Fernández, pichichi a los 41

X. R. C. VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

XOAN CARLOS GIL

El delantero del Areas, un trotamundos del fútbol, suma 13 goles en Preferente

19 dic 2018 . Actualizado a las 15:41 h.

Cuando Jorge Fernández (Vigo, 1977) era una emergente promesa del Celta B muchos de sus actuales compañeros en el Cultural de Areas todavía no habían nacido. Pero por el delantero los años solo pasan para aumentar su cuenta realizadora. Recién cumplidos los 41, este trotamundos del fútbol lidera el ránking de máximo goleador de Preferente con 13 dianas después de endosarle un hat-trick el domingo al Amanecer, uno de la veintena de equipos en los que ha militado a lo largo de su carrera.

Porque Jorge está con las mismas ganas del primer día. «Sigo pensando igual que cuando tenía 15 años. Me motiva entrenar y me encanta competir. Me sigo enfadando y me siento fenomenal cada vez que meto un gol», dice sobre el secreto de su eterna juventud. Y eso que desde hace tiempo compagina el fútbol con un trabajo que le obliga a levantarse cada día a las seis de la mañana, una exigencia que no le pasa factura viendo su estadística: titular indiscutible y 90 minutos de juego. «Pensé que iba a acabar los partidos bastante peor, pero al jugar de delantero ya no corro por los balones que van a salir fuera, sino que administro los esfuerzos». Admite que su padre «flipa» cada vez que lo ve en el campo con esa energía.

Jorge difícilmente podría acordarse de todos los equipos por los que ha pasado a lo largo de su carrera desde que salió del manto de A Madroa. En algunos de ellos como el Corralejo, el Ourense o el Nigrán vivió días difíciles, pero no lo suficientemente duros para quitarle su obsesión por el fútbol. «A veces se me pasó por la cabeza dejarlo todo, pero el fútbol es algo que me tira mucho», comenta antes de poner como ejemplo lo vivido la temporada pasada. «Me quedé tirado en casa sin jugar hasta Navidades y me subía por las paredes. A mí lo de entrenar y jugar me da adrenalina». Por eso atendió la llamada del Areas, entonces el Tercera, en donde terminó jugando de mediocentro.

Pero su posición ideal, aunque se pasó media vida en la banda o como media punta, es la de nueve «porque como ando bien de cara al gol vivo más cerca del área». Que se lo pregunten al Amanecer al que me marcó goles de todos los colores. El primero, un golazo. «Recibí el balón, vi que el central no me encimaba y no lo pensé (el tiro desde fuera del área entró por toda la escuadra). Fue una reacción de tanto jugar al fútbol playa», porque en su currículo también debe constar que ha sido internacional con el balón en la arena. El segundo fue el falta directa y el tercero en una contra. Y como premio, dos centolazos cortesía del presidente del Amanecer, agradecido por los servicios prestados en su día. «Como he jugado en muchos sitios es bonito volver», aunque en la grada cada domingo le reciten la misma cantinela. «Lo de abuelo y retírate ya hace años que lo llevo en la mochila. Y lo llevo con gracia».

Dos años mayor que el entrenador (el excéltico Yago Yao), con el nivel dos de técnico en el bolsillo y rodeado de jovenzuelos en el vestuario que le corroboran vía búsquedas en Internet que es el más futbolista en activo más veterano de la competición, Jorge Fernández no se pone fecha de caducidad ni piensa en el futuro porque tiene tarea pendiente vestido de corto: «Me veo bien, con ganas de ayudar al equipo a intentar el ascenso y tratar de ser pichichi otra vez». Luego será el momento de pensar si pasa a los banquillos.

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