«Al llamar Cambón al palacio de los Valladares se ocultan siglos de historia»
VIGO CIUDAD
Tras diez años de investigaciones, el noble vigués ha recogido en un libro los orígenes y la historia de la casa que luce su título
18 dic 2018 . Actualizado a las 05:00 h.El marqués de Valladares, Ignacio Pérez-Blanco y Pernas (Vigo, 1965), ha empleado los últimos diez años en investigar los orígenes y la historia de la casa cuyo título nobiliario porta y que tanto está relacionado con la ciudad de Vigo. El resultado se plasma en cerca de mil páginas y doscientas imágenes, agrupadas bajo el título Un viaje por la Historia de Galicia. Del señorío al marquesado de Valladares (Ediciones Doce Calles). El libro fue presentado ayer en la sede del Parque Nacional de las Islas Atlánticas, edificio que fue la casa palacio de los Valladares
-¿Se conocen los orígenes del señorío de Valladares?
-No existe ninguna fuente documental que nos aporte información sobre el origen del señorío del coto de Valladares, pero sí sabemos que ya existía en el siglo XII. Hay algunas teorías, pero los investigadores actuales las consideran fantasiosas porque carecen de respaldo documental.
-¿Se circunscribía a lo que conocemos hoy en día por Valladares?
-Sí, abarcaba exactamente lo que es hoy la parroquia de Valladares. De hecho, tenía su fortaleza principal donde está la ermita del monte del Alba.
-¿Cuándo ese señorío se convierte en marquesado?
-Fue en 1673, por concesión del rey Carlos II.
-¿Le aportó algún privilegio?
-El marquesado aumentó el prestigio del señor de Valladares porque pasó a formar parte de la alta nobleza, pero no le proporcionó ningún privilegio más. En el siglo XVII un título nobiliario abría las puertas de la corte y, por consiguiente, el acceso a determinados cargos importantes.
-¿Cómo se manifestaba su poder?
-El señor de Valladares ejercía el dominio territorial y jurisdiccional en todo el coto. Eso significaba que impartía justicia en nombre del rey a través de los jueces que él nombraba, al tiempo que era el dueño de esas tierras. Disfrutaba de todos los derechos señoriales existentes sobre ese territorio.
-¿Por qué se trasladaron a la actual parte antigua de Vigo?
-La revolución Irmandiña derribó por toda Galicia muchas fortalezas y, entre ellas, se encontraba el castillo del monte Alba. Tras aquello, no se volvió a reconstruir. Fue a finales del siglo XV cuando el señor de Valladares se asentó en la villa de Vigo.
-¿Fue en ese momento cuando se construyó el palacio de la calle Oliva?
-Sí, inicialmente fue en el solar donde está hoy la sede del Parque Nacional de las Islas Atlánticas. Ahí fue donde se construyó la casa-palacio. Doscientos años después, a finales del siglo XVII, y tras comprar tres casas situadas enfrente a ese palacio, fue cuando se emprendió la obra que unió el palacio original con esas tres casas a través de un arco pasadizo. Quien hizo esa edificación fue la marquesa Catalina Sarmiento de Valladares.
-¿Qué influencia tuvo este edificio en la vida viguesa?
-Fue uno de los centros neurálgicos de la vida viguesa en los siglos XVIII y XIX. Todas las personas importantes que venían a la localidad pasaban por esa casa-palacio. Dentro de ella, incluso había un teatro en el que se representaban operetas y obras teatrales. Pero también tuvo importancia política; allí fue donde se decidió que José Elduayen dejase de ser ingeniero y pasase a la política para representar a Vigo como diputado en las Cortes, algo que tuvo una trascendencia enorme en el desarrollo de la ciudad.
-¿Algún marqués ejerció algún cargo en la vida pública viguesa?
-Tanto en el siglo XVIII como en el XIX, hubo marqueses que ejercieron el cargo de alcalde de Vigo. En el siglo XIX, cuando se produce la caída del antiguo régimen y nace el nuevo Estado liberal, tanto el marques de Valladares como su padre tuvieron una activísima participación en toda la política de Galicia; uno de ellos fue quien se encargaría de convertir Vigo en capital de provincia.
-¿Conoce la ciudad la figura del marqués?
-Creo que no, pero también ocurre con la propia historia del pazo de Castrelos. Ese edificio pasó a formar parte del marquesado a través del casamiento del marqués de Valladares con la dueña del pazo en 1834.
-¿Fue complicado el trabajo de investigación?
-Me sigo preguntando cómo fui capaz de enfrentarme a una investigación tan grande. Hubo momentos en los que llegué a pensar en dejarlo porque lo veía complica. Solo la perseverancia me llevó a concluir el trabajo. Fue muy complicado porque tuve que recorrer más de veinte archivos públicos, al margen de la documentación que seguimos conservando en la familia.
-¿Cómo ve usted la situación actual de la casa-palacio?
-Siempre soñé con que se recuperara y rehabilitara, por lo que ahora me siento contento de que llegase a esa fase, pero me encantaría que se rehabilitara respetando la línea y estructura original, y también que parte del mismo pudiera tener un fin público.
-¿Por qué critica que se le llame edificio Cambón a una parte del palacio?
-Porque oculta quinientos años de historia ya que fue la casa palacio de los señores de Valladares desde 1500 hasta el siglo XX, mientras que con ese nombre empresarial tan solo se le conoció durante treinta años.
«En la casa de los marqueses se decidió que Elduayen entrase
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