La Policía duplica su plantilla para atención a la familia y las maltratadas

E. V. PITA VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

MARIA G.CID

La comisaría refuerza el servicio de protección a las víctimas de violencia de género

11 dic 2018 . Actualizado a las 12:38 h.

No se puede tener a un policía en el salón de cada hogar de Vigo pero, al menos, la comisaría de la Policía Nacional ha duplicado su plantilla en el Servicio de Atención a la Familia (UFAM) para atender las emergencias relacionadas con la violencia de género. Estos nuevos agentes brindan protección a las víctimas de malos tratos y también asumen las detenciones de supuestos autores de palizas a sus parejas y exparejas, cuyo número sigue siendo elevado. Hay días con tres arrestos o más.

A pesar de las campañas de concienciación contra la violencia machista, muchos maltratadores siguen hostigando a sus víctimas, motivo por el cual la comisaría tuvo que reforzar su servicio. Liberó a agentes de servicios sin apenas actividad y los derivó a esta brigada de Atención a la Familia que también atiende a víctimas de agresiones sexuales y a menores acosados por otros en el colegio o a través de las redes sociales. Hace un año la plantilla estaba más mermada y hubo momentos en que la falta de personal se hizo tan evidente que algunas agentes del servicio tuvieron que arriesgarse mucho para vigilar a un supuesto acosador de la avenida de Madrid.

La violencia de género no cesa. El juzgado especializado de Vigo ronda las 1.100 denuncias este año, un ligero descenso respecto al anterior ejercicio. Pero la media sigue en tres palizas al día que salen a la luz pública.

Este mismo fin de semana, la Policía Local arrestó a un vigués de 36 años por violencia de género. El sábado, a las 8.51 horas, los vecinos de Ramón Nieto, entre Lavadores y Cabral, alertaron de que escuchaban fuertes gritos y que un individuo agredía a una mujer. Tras peinar el barrio, los agentes localizaron al sospechoso, D.V.A., en la puerta de su casa. Les contó que había discutido con una amiga, la cual se fue luego a trabajar a un hotel.

Los agentes interrogaron al testigo que había dado la alerta y este les dijo que la mujer gritaba porque la habían expulsado de una vivienda. Luego, salió un varón y la tiró al suelo mientras la insultaba. Ambos volvieron a la casa y siguieron con la riña, hasta que la mujer salió despedida hacia fuera y se marchó.

Una vez en el hotel, la víctima, una viguesa de 32 años y con domicilio en la misma zona que el sospechoso, contó que eran pareja, que tenían discusiones y que lo denunció dos veces pero luego retiró los cargos. Pese a que tenía erosiones en las manos y la frente, rechazó la asistencia médica y descartó denunciarlo. Pese a ello, los policías lo arrestaron.