El Celta igualó su mejor arranque histórico con nueve victorias consecutivas, y por más de 10 puntos
06 dic 2018 . Actualizado a las 15:42 h.En el mundo del deporte lo importante es cómo acabas, no cómo empiezas, pero al Celta Baloncesto que le quiten lo bailado. Por segundo año consecutivo el equipo de Cristina Cantero se está divirtiendo sobre la pista al tiempo que iguala récords y se prepara para destrozar otros. El martes, con su malleira sobre el ADBA (37-77), las viguesas igualaron su mejor arranque histórico con nueve triunfos, y en su mano tienen igualar las diez victorias consecutivas que lograron en la temporada del cambio de siglo con Cholas a los mandos del banquillo de Liga Femenina.
«Estamos muy contentos, esta es la línea que queremos y lo importante es que estamos trabajando muy bien y que vamos partido a partido», valora Cristina Cantero, la muñidora de este Celta con aroma a fase de ascenso. A la entrenadora los récords le dicen poco. Ella se centra en lo que sucede en cada partido, en cómo afrontan sus jugadoras los retos y en cómo encuentran soluciones. El hecho de que esta sea la primera vez desde la refundación del club que el grupo firma nueve triunfos consecutivos por 10 o más puntos de diferencia no le quita el sueño. «No me importan los récords, me importa el día a día», incide.
Ser el único conjunto invicto de la Liga Femenina 2 es una arista más del arranque estratosférico que están protagonizando las célticas, que la campaña pasada se quedaron a una canasta de ascender a la máxima categoría. Para entender la racha de las viguesas hay un elemento fundamental, y es la capacidad de adaptación que han tenido las jugadoras nuevas y el grupo que continuaba. Cantero preveía que acomodar a todos sus efectivos, que remasen todas en la misma dirección, llevaría su tiempo, pero la respuesta de la plantilla ha sido más rápida de lo aguardado. «Se han adaptado antes de lo esperado, aunque todavía tenemos mucho margen de mejora. Lo bueno de este equipo es que tenemos mucho poderío físico y calidad exterior», aclara la entrenadora.
Falta el reto mayor
Las nueve etapas que el Celta ha quemado de forma exitosa y que le permiten liderar la liga con un punto de margen sobre Ardoi y dos sobre Añares han tenido diferente trastienda, a pesar de que todas han concluido con marcadores holgados. Las célticas se han visto obligadas a encontrar soluciones a diferentes situaciones, aunque hay una que todavía no han tenido que afrontar seriamente, la de remontar un marcador realmente adverso.
En casi todos sus encuentros el Celta ha sido el equipo que ha marcado la pauta y que ha manejado ventajas abultadas, por lo que queda por resolver cómo responderá la plantilla ante su primer revés serio. «No hemos vivido la situación de tener que remontar un encuentro, y tenemos claro que con equipos potentes hay que aprender a sufrir y a manejar la pelota caliente», receta Cantero.
La aplastante victoria del martes en Asturias en el choque aplazado frente al ADBA es hasta la fecha el partido más cómodo de los disputados por el Celta, mientras que en el lado opuesto estarían las contiendas contra Cortegada, Lima e Ibaizabal, los tres compromisos que más tinta han hecho sudar a las celestes, según su preparadora.
«Cortegada porque fue el primero y por la rivalidad que hay, y Lima e Ibaizabal fueron encuentros similares en los que nos costó arrancar», recuerda Cristina, cuyo discurso habla de complicaciones en todos los duelos y del constante aprendizaje que viven sus jugadoras en la pista.
Los números hablan de un Celta que este año aspira a algo grande, pero en el banquillo no echan las campanas al vuelo. «Somos un equipo llamado a pelear por estar arriba y que queremos luchar por ascender, pero la fase es otro mundo, el año pasado nos quedamos a una canasta de ascender, ese es el mejor ejemplo».
El discurso de partido a partido está vigente entre las célticas y, más que en alcanzar las diez jornadas consecutivas sin perder, en el vestuario piensan en ganar a Añares y en tomar ventaja al frente del liderato. Lo que importa es abrir hueco.