Los futuros bomberos exhiben poderío

Luis Carlos Llera Llorente
luis carlos llera VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Oscar Vázquez

El gimnasio del Carmen acogió las duras pruebas que no superaron 17 candidatos

30 nov 2018 . Actualizado a las 14:32 h.

A las puertas del gimnasio del Carmen aguardan un centenar de personas. Es un grupo heterogéneo en el que hay bomberos, candidatos a serlo y familiares de unos y otros. Dentro hay 44 candidatos convocados. Pero tres no se presentan. Es el día de las pruebas físicas para acceder al cuerpo. David López, un joven profesional, asiste como espectador. Explica que un bombero tiene que tener «disponibilidad absoluta» por lo que el nivel de preparación es muy alto. Él estuvo varios años entrenando para entrar. Ahora hay 118 bomberos en activo pero resultan insuficientes. «Necesitamos que estos se incorporen cuanto antes», dice David. En los hombros del cuerpo de extinción hay más de 1.800 intervenciones a lo largo del año. Las hay de todo tipo, desde la retirada de nidos de velutina, un auténtico suplicio en el verano, a las actuaciones frente al temporal, pasando por el rescate de personas en circunstancias muy difíciles. Por eso es fundamental estar en una magnífica forma física.

Ente los 41 aspirantes, la vestimenta deportiva es muy variada. Lucen calzonas, chándales, leggins, ropa técnica. Cada uno viste lo más cómodo posible para la variedad de ejercicios. El calentamiento es intenso: estiramiento de brazos, flexiones en el suelo, saltos para desentumecer los músculos, que muchos dejan adivinar con ropa ajustada.

Una integrante del tribunal anuncia que ha habido un sorteo y se empieza por los apellidos que comienzan por V. En las bancadas aumenta la expectación. La Policía Local vigila que todo transcurra en orden. Los GOA muestran la pistola al cinto. Un grupo de jubilados observa desde el otro lado del cristal mientras pedalea en sus bicicletas estáticas.

Llaman al primera candidato: Valverde, un tiarrón que parece muy cachas y enseguida lo demuestra. Sube la cuerda arriba a pulso hasta tocar el techo. Aquí no valen trucos de hacer una trenza con los pies para poder apoyarse y seguir subiendo. Luego viene el paso de escaleras, la prueba que recuerda más a las películas de soldados en la pista americana. Cruza la escalera de un extremo a otro y luego realiza flexiones a toda velocidad sujetando el paso del propio cuerpo. Después de estos aperitivos que ponen en tensión toda la capacidad muscular, viene la traca final: tumbado en una espaldera tiene que levantar una barra con dos pesas a los extremos que suman 45 kilos. Pero no vale con hacerlo una vez sino 30 repeticiones a toda velocidad. Valverde supera con soltura todas las pruebas y recibe aplausos.

Como él lo logran otros 22. Estos finalistas tendrán que medirse hoy en las carreras de velocidad y mostrar agilidad en las pistas de Balaídos, un recinto tan viejo como el del Carmen pero que aún sirve para este tipo de competiciones. No se trata solo de correr rápido y esprintar cien metros en 11 segundo y 8 décimas sino de resistir mil metros y batirlos en 2 minutos cincuenta segundos. Después habrá la prueba de natación. Y al final quedarán los diez mejores, unos atletas prodigiosos. Seguro.