«Mi obra tiene un mensaje de confraternidad entre las personas»

La Voz

VIGO CIUDAD

XOAN CARLOS GIL

La Orquesta Clásica de Vigo estrena hoy en Afundación «Dualidades», del músico vigués

21 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La Orquesta Clásica de Vigo estrenará Dualismos, una obra encargada para la ocasión al compositor vigués Juan Eiras. Será a las 20.30 horas en el Teatro Afundación. El programa del concierto se completa con la Sinfonía No. 2, de Jean Sibelius.

-¿Cuál es el origen de esta composición?

-Es una obra que inicié en el 2005, pero que no pude acabar entonces. La Orquesta Clásica de Vigo me dio la oportunidad de retomar aquellas ideas, pero la obra ha sido reescrita en un 95 %. Simplemente, me basé en aquellas ideas, sobre todo en el concepto general de dualismo, una teoría filosófica que intenta explicar el mundo natural a través de la lucha de contrarios.

-¿Retomar ideas de hace años le deja ver su evolución?

-Sí, tal vez lo veo con un poco de nostalgia, pero también de alegría porque permite comprobar que uno mejora.

-¿Cómo explicaría musicalmente esta obra?

-La estructuré en cuatro grandes movimientos, que son asimétricos, porque no tienen la misma duración. En total, Dualismos tiene un duración total de diez minutos.

-¿Cómo refleja el dualismo?

-Sobre todo en la confrontación inicial de grupos instrumentales. Empieza con el grupo de la percusión enfrentado al grupo de la cuerda, con sonidos muy articulados. Que empiece una obra sinfónica de este estilo con la percusión es algo extraño porque suele estar relegada a un papel de acompañante. Es esa lucha de diferentes familias; son contracuerdas, maderas contra cuerda, grupos de familias contra otras familias, etc. Toda esta lucha se va desarrollando durante los tres primeros movimientos y, al llegar al cuarto, confluyen todas las familias pero ya de una manera más armoniosa, como si fuese un símbolo de fraternidad y de entendimiento.

-¿Es una obra positiva?

-Sí, la moraleja final es un mensaje positivo de fraternidad y entendimiento a pesar de las diferencias entre las personas y las civilizaciones.

-¿Es muy complicado seguir componiendo?

-Hay que compaginar esta actividad con otras, en mi caso, con la docencia porque soy profesor en el Conservatorio Superior de Vigo y también trabajo como preparador de opositores. Hay que alternar ambas facetas sino es imposible.

-¿Qué supone la acción de apoyo de la Orquesta Clásica de Vigo?

-Es imprescindible, necesitamos el apoyo de las instituciones y las orquestas. No estaría mal que la Xunta apoyase a través de Agadic; al sector clásico nos tienen completamente olvidados. Es imprescindible, porque hay que ver la cultura no solo como un bien que genera dinero sino como un bien que genera otro tipo de beneficios para la sociedad.

-¿Siguen siendo los concursos la mejor vía para lograr que se estrenen las obras?

-Es una lotería, si lo ganas es un balón de oxígeno, pero creo que el corpus debería ser una base regular de encargos gestionado, seguramente, desde la Xunta. Es un problema antiguo. Carlos López García-Picos, uno de los grandes compositores gallegos contemporáneos y padre de nuestra generación, ya hablaba hace años de este mismo problema. Es un mal global que trasciende a cualquier época.

-¿Cómo se ve actualmente como compositor?

-Es muy difícil hacer una evaluación en voz alta, pero afronto mi carrera con el ánimo de no estancarme nunca, tratando siempre de evolucionar, por lo que sigo estudiando para tratar de mejorar.

-¿Incorpora de alguna forma a su modo de componer aquella vía que exploró hace años a través de la música folk?

-Va con mi persona porque soy yo e influye en mi forma de ver la música; es lo que los portugueses llaman sotaque, el acento, y eso va impregnado a la persona. No sabría decir de que manera, pero sí sé que lo lleva. Además no me gusta dar la espalda a la música tradicional gallega porque procedo de ahí. Los compositores de la tierra estamos en deuda con nuestra sociedad y mi música tiene que revertir un poco hacia ella y la cultura gallega.

-¿Como compositor siente alguna vez la tentación de interpretar sus propias obras?

-No, prefiero escuchar desde fuera. Creo que no se disfruta de la misma forma porque entiendo la composición como una comunicación entre compositor, interprete y público. Si uno está dentro como interprete, falta algo, prefiero escucharlas desde fuera.