Los niños con diabetes apenas acuden al comedor escolar

María Jesús Fuente Decimavilla
María jesús fuente VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

M.MORALEJO

La mayoría de las familias prefieren que sus hijos coman en casa para mayor tranquilidad

15 nov 2018 . Actualizado a las 14:21 h.

Todavía son muchos los padres con hijos diabéticos reticentes a que acudan al comedor escolar. Solo en torno a un 15 % lo hacen, como quedó patente ayer con motivo de la celebración del día mundial dedicado a esta enfermedad. En el área sanitaria de Vigo hay en torno a 120 niños que la padecen, según Anedia (Asociación de Nenos con Diabetes), calculados en base a los datos ofrecidos por Sanidade.

De los 30 o 40 socios que tienen en Vigo solo 5 comen en los centros escolares. El resto lo hace en casa. «No es que no se fíen de las cuidadoras, es más que nada por tener tranquilidad. Estos niños comen al milímetro. Por ejemplo, si son 50 gramos de pasta y comen 60, la insulina no llega y si por algún motivo no comen, es al revés y les puede dar una hipoglucemia», explica la secretaria de Anedia, Estíbaliz Grande.

La entidad tiene un convenio con Arume, la empresa de cátering que presta servicio a 25 comedores gestionados por la Federación Olívica de Nais e Pais de Alumnos (Foanpas) y que les garantiza un servicio a medida. «Comen todo pesado y medido. Les hace la misma comida, pero controlada. En lugar de optar por un menú especial se busca la integración, que no se sientan distintos, porque además, pueden comer de todo, solo es una cuestión de cantidad. Tienen un vasito medidor, una báscula y la monitora se encarga de servir la comida al milímetro», destaca Grande. No ha recibido ninguna queja al respecto.

Lo que no hay en los colegios es una persona que administre la insulina. En algunos casos lo hace antes de comer un profesor implicado en el tema y otras veces, los monitores, aunque no tienen esa función.

Para fomentar la integración de los niños con diabetes Foanpas se encarga de llevar a cabo un trabajo formativo e informativo en los comedores. «Las familias dan las pautas a las cuidadoras para hacer el seguimiento. Muchos niños tienen autonomía en la medición de la glucosa y otros precisan una pequeña ayuda. Hay una normalización total, es una manera de que las familias se sientan tranquilas», comenta la portavoz de Foanpas, Bertila Fernández. Insiste en el afán que tienen por la inclusión, de ahí que hagan lo que esté en sus manos y que colaboren con entidades.

Ayer, con motivo del Día Mundial de la Diabetes, la federación de padres organizó un acto en el colegio Canicouva para visibilizar la enfermedad y mostrar lo que día a día se hace en los comedores escolares de la red de Foanpas. Una persona de la entidad se desplaza habitualmente por los distintos centros que cuentan con comedor escolar para constatar el buen funcionamiento.

«Las que más aumentan son las intolerancias o alergias a varios alimentos a la vez»

El cátering Arume se encarga de ofrecer 2.150 comidas a escolares de los centros de la Federación Olívica de Nais e Pais de Alumnos (Foanpas). De estas, solo entre un 5 y un 6 % son menús especiales. En total tiene catorce dietas prescritas. Las más comunes son las alergias o intolerancias a lactosa, gluten, proteína de la lecha de vaca (PLV), frutos secos y pescados.

En los últimos años el número de estos casos se ha incrementado de forma muy lenta. Sin embargo, los responsables detectan otras novedades más significativas. «Las que más están aumentando son las alergias o intolerancias a varios alimentos; empieza a haber más dietas cruzadas, por ejemplo niños que no toleran el gluten y la lactosa. En estos casos son dietas combinadas», comenta Clara Monroy, responsable de Educa, de la empresa Arume.

Apunta que las dietas específicas lógicamente son más costosas al ser diferenciadas y, al margen de que los productos sean más caros, requieren de un proceso de elaboración aislado del resto. «Cuanto más restrictiva es la dieta, más complicada», indica Monroy. Detecta una integración total de los niños con dietas «porque son muy concienciados en casa».

Menús para diabéticos apenas tienen tres o cuatro y antes de empezar el curso se comunican con las familias para recibir de ellas la máxima información, como la cantidad de hidratos de carbono que necesita. «Personalizamos la dieta del niño en el propio centro, los menús llevan los componentes que necesitan», añade la experta.