El Supremo aún tiene que decidir sobre las oposiciones de bombero del 2016

Luis Carlos Llera Llorente
luis carlos llera VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Xoán Carlos Gil

Un recurso denuncia irregularidades en las preguntas y al puntuar la conducción

11 nov 2018 . Actualizado a las 11:50 h.

Las quejas por las oposiciones de bombero del Concello de Vigo no son nada nuevo. Uno de los 82 bomberos que ha presentado recurso en esta edición está también pendiente de que el Tribunal Supremo dictamine sobre una reclamación presentad por las oposiciones a conductor bombero en la convocatoria del año 2016.

Las pruebas celebradas hace dos años ya se desarrollaron con retraso, puesto que correspondían a la convocatoria de oferta pública de los años 2010-2011, pero las reclamaciones las postergaron hasta finales del 2016. A los ejercicios para una sola plaza de conductor bombero se presentaron 20 personas. El tribunal estuvo evaluando las pruebas entre el a finales de ese año y desestimó la reclamación de uno los aspirantes. Este presentó un recurso contencioso-administrativo y ahora mismo está en el Tribunal Supremo.

El abogado, Santiago Rodríguez Ortega, explica que alguna de las 40 preguntas de aquella convocatoria podían inducir a error. Pone como ejemplo lo que debe hacer el bombero antes de iniciar las maniobras de respiración artificial. Da cuatro opciones: valorar el estado de consciencia de la víctima, comprobar que no existe peligro para quien efectúa el rescate, colocar a la víctima en una superficie lisa y dura o «ninguna de las respuestas anteriores es verdadera». Según el tribunal de la oposición la respuesta B es la correcta, es decir, lo primero que habría que hacer es comprobar que no existe peligro para el bombero. En cambio el doctor César Guillén Blanco, especialista en la gestión de urgencias, emergencias y catástrofes, aportó un informe que no se tuvo en consideración en los juzgados y que dice que tal como está redactada la pregunta «existen dudas razonables entre las tres primeras opciones que pueden engañar respecto a la respuesta correcta».

El letrado pone de relieve que a la hora de valorar las pruebas de conducción el tribunal entregó a los opositores una circular en la que constaban los criterios rectores para evaluar la prueba: respetar las normas de circulación, demostrar una conducción económica y eficiente, mostrar un comportamiento prudente y cortés y dar a lo largo de la prueba una impresión de seguridad. Para evaluar la prueba se montó en el camión con los aspirantes un responsable de la DGT en Vigo, que fue el encargado de puntuar. A la hora de valorar el tribunal dictaminó que el recurrente «demostró soltura e unha boa conducción eficiente». Sin embargo, puntuó más a otro candidato porque había conducido más rápido, aunque «este criterio no figuraba entre los que se les había pedido».

El abogado espera que el Supremo acepte el recurso y pone de relieve que, a la hora de calificar, se han producido incongruencias. Ortega dice que tiene que «haber publicidad y claridad con todos los criterios a la hora de hacer las pruebas». Por ello, pide que se anule el acto administrativo, de tal manera que se habilite una plaza para su cliente, que fue el segundo clasificado y que a su juicio tuvo que ser puntuado mejor.