Varios locales de hostelería vigueses se apuntan a reducir el uso de plásticos

VIGO CIUDAD

Los bares precursores sustituyen el material por los compostables o menaje clásico
28 oct 2018 . Actualizado a las 20:55 h.El plástico se ha convertido en un problema medioambiental de primer orden y, como todos los grandes conflictos, requiere de un compromiso a nivel mundial para darle solución. Las acciones individuales, que parecen gotas de agua en el océano, son las que al final consiguen contener el tsunami que inunda el planeta de elementos perjudiciales para la naturaleza.
Por eso, iniciativas a pequeña escala son proyectos a destacar por lo que tienen, además de contagioso. En el panorama de Vigo son pocos, pero cada vez más, los que se suman con pequeños gestos. Cristina García, una de las socias de la Taberna A Mina, en el Casco Vello, indica que han comenzado por renunciar a las pajitas de plástico. Además de la razón ecológica de su decisión de eliminarlas del local, está su escasa utilidad. «La mayor parte de la gente las utiliza para revolver las bebidas. En concreto nuestro bar, para darle vueltas a una de las bebidas de moda, el spritz».
Para sustituirlas han encargado unas que están hechas de bambú, que son naturales y biodegradables. Como el pedido todavía no les ha llegado, en A Mina han decidido que mientras, los clientes pueden revolver perfectamente con cucharas largas, de las de coctelería de toda la vida y ahorrarle al planeta un buen puñado de pajitas que tiran casi sin usar «porque es que luego nadie bebe por ellas». Lo mismo han pensado en otros bares de ocio nocturno en Churruca, como Mogambo y Black Ball y en espacios consolidados de la escena nocturna y la música en directo como La Fábrica de Chocolate. Hace unas semanas anunciaban a su clientela través de las redes sociales: «Os vamos a plantear una realidad. Hasta que no encontremos una alternativa no volveremos a comprar pajitas, por lo que si la próxima vez que venís a La Fábrica no hay, no os enfadéis. No tendremos porque no pretendemos ser cómplices de un uso poco responsable de los recursos».
Desde el bar de Churruca explican que es un ejercicio de responsabilidad al que se añaden otros gestos, como preocuparse de que los vasos desechables que tienen no sean contaminantes. Las marcas con las que trabajan se los regalan, pero son de plástico y ellos han optado por comprar otros que son de cartón.
Féculas vegetales
Algunos locales de la hostelería viguesa ya nacieron con conciencia ecológica, como el restaurante de comida rápida Kastami`s, por lo que desde su apertura no ha entrado en su espacio ni una micropartícula plástica como menaje. Su responsable, Miguel Castañal, explica que el concepto ecológico está «en todo». Los cubiertos son de material compostable, hechos con féculas vegetales y los envíos a domicilio se empaquetan en cartón reciclado. El tema lo llevan tan a rajatabla que prescinden también del aire acondicionado y los uniformes están diseñados por La Canalla, firma de diseño viguesa que solo utiliza tejidos excedentes de producción o ecológicos.
En otros establecimientos de reciente apertura, como La Galletería, también trabajan solo con pajitas fabricadas con material biodegradable. En otros, como Terrae Orgánica, han optado por poner en el mercado sus propias bolsas de tela fabricadas con algodón orgánico.