«Intento engrandecer una música simple como el rock con elementos de la clásica»

Jorge Lamas Dono
jorge lamas VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

ROI FERNÁNDEZ

Coque Malla presentará hoy, a las 21.00 horas, sus últimas canciones acompañado por un cuarteto de cuerda y un piano

25 oct 2018 . Actualizado a las 19:37 h.

El auditorio Mar de Vigo recibirá hoy a las 21.00 horas a Coque Malla con un concierto especial en el que estará acompañado por el Cuarteto Irrepetible y el pianista David Lads.

-¿Qué habrá de Irrepetible en este concierto?

-Este proyecto surgió cuando estábamos preparando el concierto Irrepetible, que se grabó y editó. Realizamos unos ensayos con el grupo de cuerda para repasar todos los papeles. Los ensayos los hicimos en una casa, sin ningún tipo de procesamiento de sonido, con el sonido natural de los instrumentos. El resultado fue increíble. En el contexto general de aquella gran orquesta de rock que montamos para Irrepetible, ellos aportaban muchas cosas, pero también se perdían otras. Por eso quisimos hacer esta gira para resaltar los matices de estos instrumentos. Había que darle protagonismo a esta gran aventura musical que emprendimos con el disco El último hombre en la Tierra. Ahora, llega el momento en el que el cuarteto de cuerda sea protagonista. Es el sentido de esta gira.

-Casi parece una metáfora el mantener las dos giras; por un lado la roquera, con la fuerza que se le supone, y por el otro, la delicadeza de los instrumentos de cuerda. ¿Está de acuerdo?

-Sí, no lo había visto así, pero es bonito pensarlo, una metáfora de las dos vertientes que hay en mi música, aunque tampoco es algo que haya inventado yo. Pero, hay un intento de engrandecer una música más simple, como es el rock y el pop, con sonidos, técnicas e ideas musicales que vienen de lo clásico. Los Beatles ya lo hicieron hace muchísimos años. Me he atrevido a hacerlo de una manera rigurosa y creo que ha salido bien. El último hombre en la Tierra es un trabajo riguroso en ese sentido.

-¿Las canciones buenas son las que aguantan cuando se emplea solo una guitarra?

-Sí, es un tópico muy cierto. Te puedes cargar una canción con una mala producción, pero no puedes arreglar una mala canción con una buena producción. Quiero decir que si no hay canción, no hay nada que hacer.

-¿Marca una tendencia de futuro en su carrera el disco El último hombre en la Tierra?

-Fue una puerta que se abrió, pero que ya es imposible volverla a cerrar. Creo que precisamente por eso es un disco creíble, porque no se ha hecho como un caprichito. No, es un trabajo que viene de muy atrás y de muy profundo, tras escuchar mucha música y de plantearse no solo el hecho de adornar unas canciones con unos violines bonitos, sino de generar otro tipos de armonía, de movimiento, que la canción sea más compleja y, por lo tanto, más emocionante. Todo viene de la ambición de engrandecer. Esa línea va a continuar, aunque tampoco tengo que estar condenado a ello en el futuro.

-¿Cómo afronta un concierto con el público sentado y una liturgia más intimista?

-Es un cambio de registro al que me vengo acostumbrado desde hace años. Hubo un momento en el que la industria se puso muy complicada; además, mis dos primeros discos en solitario no fueron bien entendidos porque estaba haciendo algo distinto a los Ronaldos. Tuve que adaptarme e hice un montón de conciertos acústicos. Hace diez años, todo empezó a cambiar con La hora de los gigantes. Ahí se prendió una mecha que ha explotado con El último hombre de la Tierra y que se ha duplicado con Irrepetible. Esta gira es una mezcla porque vamos a teatros que son grandes, y yo estoy un poco asustado pensando en el auditorio Mar de Vigo, porque es el más grande al que vamos, con sus 1.500 localidades. ¡Y está casi lleno! Va a ser una mezcla rara, un espectáculo recogido pero ante 1.500 personas, que es mucha gente.

-¿Habrá canciones nuevas el año próximo?

-Sí. Tuve un momento de pánico ante la hoja en blanco después del buen recibimiento que tuvo El último hombre en la Tierra. El listón de exigencia se puso muy alto, pero también fue un reto musical al haber arriesgado con las cuerdas y los vientos. Pero estoy contento. Fui grabando pequeños bocetos en el teléfono móvil y resulta que tengo un material increíble.

-¿Y cómo será?

-Tengo muy claro, aunque no sé cómo lo voy a materializar, el tipo de producción que quiero. Van a estar las cuerdas presentes, vamos a jugar un poquito con la electrónica para darle un clima diferente al disco y habrá guitarras fuertes. Queremos armar bronca. Yo en la cabeza oigo el disco, ahora hay que materializarlo.

«Vox se merece un toque por los mensajes que lanza, pero solo fue una gamberrada»

La pasada semana, Coque Malla ironizaba con el uso por parte de Vox de su canción No puedo vivir sin ti. Se dirigía a los dirigentes de este partido de ultraderecha señalando que mucha gente creía que esa canción hablaba de la cocaína, pero que en realidad lo hacía de una pareja homosexual, por lo que se congratulaba de que Vox apoyase la igualdad de derechos y la libertad de elección sexual.

-¿Utiliza amplificadores Vox?

-(Ríe). Hay muchas bromas en Internet con lo de Vox y la música.

-¿Está llevando bien la polémica con este partido?

-Sí, porque fue una gamberrada. Se ha dicho que yo me había enfadado con Vox por ello, pero no es así. Fue una gamberrada hacia una gente que yo creo que se la merece por las cosas que están diciendo, por los mensajes que transmiten, que son preocupantes y rancios. Creo que esa gente se merece un toquecito de vez en cuando, pero era solo sentido del humor, algo que les falta a los políticos en general y a la derecha, muy en particular.

-¿Se siente obligado a manifestarse sobre el ambiente social o político que nos rodea?

-No es una obligación, pero somos ciudadanos que tenemos derecho a opinar. A veces, se nos dice a los músicos y artistas que somos un ejemplo para mucha gente y que por ello tenemos una responsabilidad, pero yo creo que solo es relativa. Ocurre que sí yo a veces, cuando me tiro varios meses poniendo posts a cerca de mi disco o de mi concierto, y llega después algo gordo, como unas elecciones o cualquier cosa importante, siento que tengo que decir algo sobre eso que nos está afectando a todos y no hablar de mi disco, porque eso me daría pudor hacerlo.