La delantera regresa a Vigo buscando el ascenso a la nueva Primera B con el Atlántida Matamá
20 oct 2018 . Actualizado a las 10:23 h.Clo García (Vigo, 1994) vive un año diferente a los anteriores. De vuelta a casa tras un par de temporadas fuera, ha entrado a formar parte de un proyecto joven, ambicioso, con unas metas algo distintas a las que estaba acostumbrada pero, incide, igual de «ilusionantes». Miembro del Olivo que lo ganaba todo, probó suerte en el Braga y el curso pasado militó en un Oviedo al que se mide mañana como jugadora del Atlántida de Matamá.
Tras un inicio dubitativo en lo que se refiere a los resultados, pero esperanzador en cuanto a juego, el conjunto que dirige Edu González parece haber metido la directa y lleva tres victorias consecutivas. Están con confianza y creen en el proyecto nuevo pero a la vez continuista que han iniciado, al mismo tiempo que saben que continuar la racha con el equipo asturiano enfrente puede ser visto por muchos como una misión imposible.
Los números de líder (cinco victorias de cinco, 27 goles a favor y dos en contra) asustan, pero Clo se agarra a que en el fútbol no hay imposibles. «Para mí es el rival más complicado de la liga, invictos. Y el año pasado solo perdieron un partido. El bloque es el mismo y además se han reforzado bien», subraya. Entre las novedades, la también viguesa y ex del Olivo Carol González.
El punto fuerte del Matamá para enfrentarse a este reto puede estar, a juicio de Clo, en la confianza que les han dado las últimas victorias. «Vamos en línea ascendente y el año pasado este equipo planteó bien los partidos contra este rival, así que hay que seguir en la misma línea», razona. Cree que la clave estará en la solidez defensiva combinada con aprovechar las ocasiones de gol de las que dispongan.
Sobre el inicio de Liga del equipo, Clo destaca que han ido de menos a más y que con el paso de las semanas lamenta no haber sumado de tres frente al Monte, ahora en descenso con dos puntos. Más allá de eso cree que están capacitadas para luchar por la fase de ascenso a Primera B, categoría de nueva creación para la próxima temporada. «Es el objetivo, que por supuesto no va a ser fácil». Ve por delante a Deportivo, Oviedo y Friol, y más parejos a ellas, otros como Racing o Sporting de Gijón. «Ojalá seamos nosotras», ansía.
Mientras, en lo personal continúa el proceso de adaptación a un grupo joven, con pocas jugadoras que ya conociera, pero reencontrándose con Edu González como entrenador y con David Ferreiro en el cuerpo técnico. Reconoce que ambos fueron piezas claves para que se decidiera por un Matamá que apunta alto y que no da nada por perdido ante el Oviedo.